El informe "Derechos Pendientes" de Artículo 19 revela que los periodistas han sido uno de los gremios más golpeados durante el sexenio de AMLO.
✍?ACÁ ENTRE NOS | Alejandro Moguel
En su informe reciente, denominado Derechos Pendientes, la organización Artículo 19 revela que el de los periodistas ha sido uno de los gremios más golpeados en el sexenio del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Documentó 179 agresiones desde las conferencias mañaneras del mandatario nacional y que ataques similares fueron repetidos hasta en 62 veces en gobiernos estatales y municipales, de al menos 20 entidades del país.
El discurso pronunciado en provincia tiene los mismos matices de aquellos lanzados desde Palacio Nacional: que los comunicadores pertenecen al “hampa del periodismo”, que son “hipócritas”, que ejercen una “prensa fifí”, que son unos “fantoches”, “doble cara” y “corruptos”, entre otros calificativos despectivos y ofensivos que, casi siempre, son expresados por el tabasqueño.
Artículo 19 logró documentar también 3 mil 408 agresiones contra la prensa en México. En promedio, una agresión cada 14 horas. La mencionada organización recuerda el registro en el sexenio lopezobradorista de 46 periodistas asesinados y cuatro están en calidad de desaparecidos. No debemos olvidar que, de esas 46 víctimas, tres fueron privados de la vida en Chiapas: Mario Gómez en Yajalón en 2018; Fredy López Arévalo en San Cristóbal de las Casas, en octubre de 2022 y Víctor Alfonso Culebro Morales en Cintalapa de Figueroa, hace apenas una semana y media.
El análisis cualitativo del informe de Artículo 19 arroja un dato contundente: que el sexenio de López Obrador registra un aumento de 62.3% con respecto al sexenio anterior de Enrique Peña Nieto.
Una nota informativa de Sandra Tapia, publicada el 9 del presente mes de julio en el portal Wradio, revela que durante los seis años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se han registrado tres mil 408 agresiones contra la prensa, 561 de ellas se llevaron a cabo solo en 2023. Esa cifra equivale, en promedio, a una agresión cada 14 horas.
El informe de Artículo 19 registra violencia contra la prensa, libertad de expresión, derecho a la verdad y acceso a la información en México.
Durante el acto de presentación del informe en el Centro Cultural España de la Ciudad de México, Leopoldo Maldonado, director regional de Artículo 19 Oficina para México y Centroamérica, señaló que México se encuentra en una situación crítica de violencia con una serie de desafíos para la libertad de expresión como la violencia contra la prensa, la discrecionalidad en la asignación de publicidad oficial y la falta de garantías para el derecho a la verdad de las víctimas y la sociedad.
En tanto la conductora de W Radio y periodista Gabriela Warkentin alertó que este gobierno ha invisibilizado problemas nacionales, como la inseguridad pública en el contexto geneeral, pero sobre todo los relacionados a violencia cometida contra periodistas y comunicadores.
En su momento, Carlos Bravo Regidor, analista y columnista observó que la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum ha enviado señales de mayor apertura que el gobierno que le antecederá y que, por eso, es fundamental entablar un diálogo respetuoso y objetivo sobre el deterioro que ha sufrido la agenda de derechos humanos y las garantías de libertad de expresión, de 2018 a la fecha.
El informe “Derechos Pendientes” expone que durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se registró un incremento de 62.13% en las agresiones contra la prensa en comparación con el sexenio de Enrique Peña Nieto.
También destaca que las agresiones en línea representaron uno de cada tres ataques durante el sexenio; el Estado mexicano, mediante sus autoridades, se mantiene como el principal agresor de la prensa con mil 559 agresiones, 45.75% del total.
Artículo 19 también compartió que durante el sexenio se registraron 179 agresiones en las conferencias de prensa mañaneras e identificó que autoridades municipales y estatales de 20 entidades de la República repitieron 62 veces el mismo discurso, con señalamientos como: “hampa del periodismo”, “hipócritas”, “prensa fifí, “conservadores”, “fantoches”, “doble cara” y “corruptos”.
Asimismo, la organización insistió sobre la estrategia de control de líneas editoriales que mantiene el gobierno a través del gasto en comunicación oficial. De los 916 medios de comunicación que recibieron publicidad oficial durante el gobierno de López Obrador, los primeros 10 concentraron 47.08% de los recursos.
RESENTIMIENTOS
Andrés Manuel López Obrador ha dado, en forma recurrente, muestras claras de su resentimiento contra la mayoría de los empresarios de la comunicación que han publicado actos documentados de corrupción de funcionarios del presente gobierno, y contra los periodistas que ejercen su profesión de manera imparcial, lo cual implica críticas de todo lo que la 4T está haciendo mal.
Podríamos atribuir tantas agresiones a la prensa, al desdén demostrado tantas veces por el presidente, Andrés Manuel López Obrador cuando ha habido hechos violentos o asesinatos de periodistas, y en su dejar hacer, dejar pasar. A él no le importa que los comunicadores sean agredidos, verbal o físicamente. Nunca se ha empeñado tampoco en que las autoridades correspondientes lleguen hasta sus últimas consecuencias en las indagatorias de los crímenes, cometidos contra ellos.
Es decir, difícilmente se investiga, se persigue y se castiga a los responsables intelectuales de un crimen contra un periodista. Casi siempre, un asesinato de ese tipo se queda en la impunidad. Sin castigo, pues.
Por eso, Héctor Martínez Jiménez, alias El Bart, quien atentó contra la vida del periodista Ciro Gómez Leyva, aseguró en una entrevista que lo volvería hacer, pero ahora con más cuidado. Argumentó que su mayor error es haberlo dejado con vida. Dio a entender que, si lo hubiera ultimado, él seguiría libre y escondido quien sabe por dónde. Señaló que la policía lo investigó, lo persiguió y lo detuvo porque el comunicador está “haciendo su pancho”. El sicario muestra la realidad que ya todos conocemos, excepto en Palacio Nacional: la impunidad motiva a los poderosos a ordenar los crímenes contra quienes les estorben y a los sicarios a cometerlos, porque saben que las autoridades correspondientes se hacen “pijijis”.
alexmoguels@hotmail.com
