Afectan a los pequeños y medianos contribuyentes, quienes pagan impuestos como lo marca la ley; han inundado a las calles del centro, evadiendo a las autoridades.
✍🏽Alfonso Salazar
El comercio informal es un mal necesario, necesario para quienes no pueden emplearse de manera formal ante falta espacios o programas en la materia, o la misma preparación de la persona, y un mal, para la economía formal, la cual, sí paga sus impuestos.
“Están afectando siempre a la economía del ciudadano que es el consumidor final y a la economía también de los empresarios, que sí pagan impuestos, que sí pagan una renta local, que sí, que además pagan los derechos ante municipio o gobierno del estado”, expresó Carlos Méndez, especialista en economía informal.
La capital chiapaneca, es una de esas ciudades donde el comercio informal ha inundado a las calles del centro, evadiendo a las autoridades, que buscan sacarlos de las calles, pese a diversos operativos, éste sector se niega a abandonar las vialidades y banquetas.
De acuerdo a datos proporcionados por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Tuxtla Gutiérrez. El 6.5 por ciento de todos los comercios son informales, a pesar de ser un porcentaje, bajo los daños económicos son cuantiosos, aunque no hay una cifra exacta, las mismas, han provocada el cierre de empresas formalmente establecidas.
“Desde el momento en que nacen y no se les combate, vemos como también en el centro de las ciudades se ven de repente ya plagados de este tipo de negocios”, comentó el experto, por su parte, la Dirección de Fomento Económico del ayuntamiento capitalino, señaló, que, una manera de combatir a la informalidad, es la formalidad, en la cual pueden encontrar beneficios que en la contraparte no existen.
“Un empleo que tiene prestaciones, brinda seguridad social, brinda la posibilidad de adquirir alguna vivienda, brinda un ahorro para el futuro”, precisó, Gilberto Ruiz Cáceres, director de área ya mencionada.