Con Torres Culebro en la presidencia de Tuxtla se avizora la consumación de los más escandalosos actos de corrupción y de ineficiencia en detrimento del erario del pueblo.
✍?TAROT POLÍTICO | Amet Samayoa Arce
Con el Ángel “Caído” Torres Culebro en la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez se avizora la consumación de los más escandalosos actos de corrupción y de ineficiencia pública en detrimento del erario del pueblo, fama que acumuló en sus anteriores cargos como director del DIF Estatal y como Secretario de Obras Públicas del Gobierno del estado, cuyos antecedentes son de todos conocidos. Decimos esto porque el ex funcionario estatal ya está armando su equipo para el Ayuntamiento, con los mejores, pero no para trabajar a favor de la capital chiapaneca, sino para escamotear el presupuesto mediante “chanchullos”. Dicen que para muestra solo es necesario un botón y, el Ángel Caído exhibe que es proclive a esas prácticas, porque ha convertido en el hombre de su confianza absoluta a Julio César Farrera Esponda, ex subsecretario de Obras Públicas y Comunicaciones en el sexenio de Manuel Velasco Coello y también subsecretario de Desarrollo Urbano y Proyectos durante su gestión, quien a la postre fue inhabilitado por la adjudicación deshonesta de contratos a empresas de dudosa procedencia. Es decir, este mal funcionario le da resultados al tabasqueño y no precisamente en el ámbito del trabajo responsable y se ve que es lo mejor que pudo encontrar para impulsarlo como Secretario de Obras Públicas en los próximos tres años en el gobierno de la capital chiapaneca. La inhabilitación ya pasó y, además, fue reincidente, pero ¡la mala fama quedó! Se sabe que está obsesionado por tenerlo cerca, toda vez que presuntamente es su operador financiero, el que durante su encargo como titular de la SOP (impuesto por el grupo Tabasco) recolectó “diezmos”, “retorno”, “moches” o como usted le quiera llamar, lo que no es más que sinónimo de corrupción. Se insiste y afirma que el servidor público con mácula e inhabilitado será el secretario de Obras Públicas en el ayuntamiento tuxtleco, porque se encargó de pasar la charola para financiar la campaña del candidato de Morena, ahora presidente municipal electo de Tuxtla. Y es que a pesar de que ya no era secretario de Obras Públicas el Ángel “Caído” fue quien “palomeó” a quienes adjudicaron la obra pública en este 2024 por casi 5 mil millones de pesos. Por esta razón se comenta que existe el compromiso de devolver favores a cambio de contratos a todos aquellos que le colaboraron con un “granito de arena” en su ambición por alcanzar la alcaldía.
ESTE GOBIERNO PROCEDIÓ CONTRA JULIO FARRERA
Llama la atención cómo el tabasqueño se ha empeñado en tener a Julio César Farrera Esponda como brazo derecho, aunque se explica porque cuando fue desempacado de Tabasco no conocía a los profesionistas chiapanecos. Según la estrategia del Ángel “Caído” para aparentar que tiene las manos limpias, era el ex funcionario de Manuel Velasco quién asignaba las obras y se encargaba de cobrar el moche correspondiente. Farrera Esponda fue inhabilitado por la Secretaría de la Honestidad y la Función Pública, luego de que se desarrolló una investigación en su contra por adjudicar de manera directa varios contratos a una misma empresa, lo que originó que se le aplicara la Ley de Responsabilidades Administrativas.
LO INTENTÓ EN LUGAR DE CLAUDIA BACA
Esto también explica el por qué el Ángel “confía” tanto en él, toda vez que, cuando renunció a la Secretaría de Obras Públicas para ser candidato a alcalde de Tuxtla, lo presentó incluso en la dependencia para dejarlo como sucesor, pero la mañosa estrategia se le cayó cuando el gobernador Rutilio Escandón recordó que el prospecto a cerrar su sexenio en esa dependencia que maneja miles de millones de pesos había sido inhabilitado por la Secretaría de la Honestidad y Función Pública a cargo de la maestra en derecho fiscal, Liliana Santiago Montoya, en su mismo gobierno, y en consecuencia decidió nombrar a la arquitecta Claudia Baca. Nada más para que nuestros lectores se den una idea de la cantidad de recursos que manejó el Ángel Caído en la SOP, del año 2020 al 2023 ejerció un presupuesto superior a los 11 mil 511 millones de pesos autorizados por el Congreso del Estado, pero que se sabe el Ángel “Caído” logró aumentar por varios miles de millones de pesos en virtud de sus buenas relaciones con el fenecido “Grupo Tabasco”. Así como lo está leyendo, por eso es que se dice que está embarrado de corrupción hasta la médula y, como ahora seguramente ya se ufana de tener poder y dinero con su característica soberbia, también le vale un sorbete la opinión del gobernador Rutilio Escandón, a quien ahora pareciera que ni lo conoce porque evade hasta mencionar su nombre. Así, de ese tamaño, es la deslealtad del tabasqueño. Como ya fanfarronea ser presidente municipal cree que ya no tiene nada que agradecer a quien le dio chamba en el sexenio anterior y ahora es todo Jaguar porque quiere quedar bien con el gobernador electo. Torres Culebro sabe que con Julio César Farrera hará un extraordinario equipo el 1 y 2 para saquear el ayuntamiento, por eso lo tiene de testaferro y pretende colocarlo en la dependencia que manejará el presupuesto de obras públicas en el municipio, al fin y al cabo, ya le sabe, tiene mucha experiencia, cuenta con currículum hasta de inhabilitación por actos de corrupción y le entregará, sin duda, buenos dividendos.
YA NO EXISTE REC SOLO ERA
Es evidentemente que eso es lo que le atrae y le gusta porque en el campo del trabajo no le ayuda mucho, pues no olvidemos que se le caen los domos, exhibió al gobernador con la obra del Circuito Interior y fue el que estuvo en la planeación en la del paso a desnivel de La Torre Chiapas. Los colonos de Patria Nueva lo identifican y quieren colgarlo al igual que al Caído. Cabe hacer mención que a Farrera Esponda, al ser nombrado como subsecretario de Obras Públicas en el gobierno del Güero Velasco, se le confirió la responsabilidad de observar los principios de disciplina, legalidad, profesionalismo, honradez, lealtad, imparcialidad, rendición de cuentas, eficacia y eficiencia y lo primero que hizo fue traicionar al pueblo y actuar fuera de la ley al adjudicar 23 obras de manera directa, de las cuales cinco fueron de bacheo y beneficiaron al mismo contratista, sin documentar el criterio de excepción. Esto, según el expediente del procedimiento administrativo 022/DRA-A/2021 de la Secretaría de la Honestidad y Función Pública, no fue diligente en el cumplimiento de su deber, toda vez que no vigiló que los límites establecidos en el presupuesto de egresos de la Federación 2018 fuesen excedidos, incumpliendo las leyes que regulan la contratación de la obra pública. Seguramente este exfuncionario del gobierno del estado cumple con todo el perfil que el Ángel Caído necesita para llevar a cabo sus planes de quedarse con buena parte de los recursos del ayuntamiento de Tuxtla, ya que en los documentos que tenemos en nuestras manos se asegura que Julio César Farrera no solo adjudicó de manera directa los contratos a una misma empresa, sino que también excedió los límites del presupuesto. Se sabe que justamente Julio Farrera fue el encargado de asignar las obras a los constructores tabasqueños que solo en el 2023 alcanzó una cifra superior de los mil 270 millones de pesos, en los que también con prestanombres Julio Farrera se favoreció con más de 68 millones de pesos.
DE TAROT Y ADIVINANZA
Como en la cueva de Ali Babá, ya se frota las manos otro integrante de la cofradía del Ángel “Caído” para anidar en la Tesorería u Oficialía Mayor del Ayuntamiento capitalino, quien igual no tiene buena reputación por su paso en la SOP como director de Finanzas. Trasciende que este varoncito con cuestionamientos de acosador de damas, es amigo y socio del futuro presidente municipal… Servidos.
tarot722@hotmail.com
Discussion about this post