El éxodo de chiapanecos hacia territorio guatemaltecto sigue ahí, es una realidad y un problema que el gobierno mexicano no le ha dado la suficiente atención.
ACÁ ENTRE NOS | Alejandro Moguel
Aunque la brillantez de los Juegos Olímpicos de Paris y la detención en Estados Unidos (EU) de Ismael El Mayo Zambada se llevaron los reflectores internacionales la semana pasada, el éxodo de chiapanecos hacia territorio guatemaltecto sigue ahí, es una realidad y un problema que el gobierno mexicano no le ha dado la suficiente atención.
En una nota de Fredy Martín Pérez en el periódico El Universal, los integrantes de una familia narraron al corresponsal que Mariele Montilla Solís, su esposo y tres de sus hijas de dos a seis años de edad, tuvieron que tirarse al piso el pasado lunes por la noche, durante los enfrentamientos entre los criminales en la comunidad El Caracol, municipio de Amatenango de la Frontera, porque temían por su vida.
“Tuvimos que meternos bajo de las camas”, dijo Mariele, de 32 años, quien llegó con tres de sus hijas a Plan de las Vigas, donde permanecen 20 mexicanos, la mayoría mujeres. Su cónyuge, Julio López González, de 31 años, se quedó en un poblado oaxaqueño, en casa de familiares. Al amanecer del martes 23 de julio cesaron los enfrentamientos sobre la carretera federal 201, momento que los habitantes del Caracol aprovecharon para acordar que debían dejar el poblado, pero no podían ir a Frontera Comalapa, ni a Motozintla, donde seguían los enfrentamientos, por lo que la única opción era ascender por las montañas de Guatemala”.
Por otra parte, una nota de La Jornada informó que autoridades de México y Guatemala comenzaron a entrevistar a los ciudadanos mexicanos que se desplazaron en días recientes al territorio de ese país, para ofrecerles asistencia humanitaria y consular, o bien la posibilidad de retornos voluntarios en condiciones de dignidad y seguridad.
En un comunicado ambos gobiernos señalaron que “los mexicanos que manifiesten su decisión de retornar tendrán el apoyo consular correspondiente de las instituciones competentes de México y Guatemala para un regreso ordenado y seguro, siempre garantizando el respeto a la voluntad de las personas en contexto de movilidad”. Las autoridades se coordinarán con las oficinas en Guatemala de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados en la ejecución de las acciones
bajo su facultad. Las autoridades de ambas naciones aseguraron que “colaboran estrechamente a fin de ofrecer atención y protección al grupo de personas mexicanas que se encuentran en el municipio fronterizo de Cuilco, Huehuetenango, Guatemala”, y “se han comprometido a ofrecer asistencia, alimentación y apoyo a las personas, para garantizar una estancia adecuada” en ese país.
A la par de esos acontecimientos que han indignado a millones de mexicanos porque son consecuencia de la inoperancia del gobierno federal en el control del crimen organizado, la Policía Nacional Civil de Guatemala dio a conocer el aseguramiento de un arsenal que estaba destinado para domicilios ubicados en Nentón, Huehuetenango, lugar donde se ubican actualmente más de 330 chiapanecos que se desplazaron en días pasados, debido a la violencia ejercida por la pugna entre grupos de la delincuencia organizada.
Autoridades guatemaltecas decomisaron 13 fusiles de asalto y 27 tolvas con destino a Nentón, Huehuetenango. Bueno, ellos hablan de ese decomiso como un arsenal. No se han dado cuenta quizá que en México ha habido incautaciones de hasta 30 mil cartuchos útiles, de decenas de armas de alto poder y, a veces, hasta granadas de fragmentación u otras armas de alta gama, como las Barret calibre 50 que son usadas por los criminales para derribar helicópteros o para atacar vehículos blindados. Estos sí han sido arsenales.
DE PELÍCULA
Por otro lado, han surgido más datos respecto a la detención del Mayo Zambada en Estados Unidos. El abogado de Ismael Zambada, Frank Pérez, declaró que Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, secuestró a Ismael El Mayo Zambada.
De acuerdo con esos datos, las cosas superaron el guion de una buena película. “Joaquín Guzmán López secuestró a mi cliente”, especificó.
Pérez, quien habló brevemente con un reportero de Los Angeles Times, afirmó que Zambada fue engañado cuando lo llamaron a una reunión con Guzmán López, un líder de la facción del Cártel de Sinaloa conocida como Los Chapitos. Zambada viajaba con un ligero equipo de seguridad. “Tomado por sorpresa, Zambada fue dominado por Guzmán López y sus hombres”, aseguró Pérez.
Otros datos periodísticos revelan que el abogado de Ismael “El Mayo” Zambada, reclamó el sábado pasado que su cliente no se entregó ni negoció con el Gobierno de Estados Unidos y que Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán, lo secuestró y lo llevó directo al
arresto, en Texas. “Joaquín Guzmán secuestró a mi cliente por la fuerza. Fue emboscado, arrojado al suelo y esposado por seis hombres con uniformes militares”, informó Pérez a Los Angeles Times.
Otras publicaciones revelaron que Estados Unidos había estado tan lejos de arrestar al Mayo que ya se había resignado a no tenerlo en una cárcel.
Dicen que por eso los sorprendió un mensaje que el hijo de El Chapo les envió de último momento: llevaría directo a EU al fundador del Cártel de Sinaloa. “El Mayo fue la cereza del pastel; no se esperaba en absoluto”, aseguró un funcionario estadunidense que habló bajo condición de anonimato.
De igual manera, se informó que el avión en el que aterrizaron Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López fue retirado del Dona Ana International Jetport la noche del pasado viernes.
“Se lo llevaron durante la noche”, indicó un empleado de la terminal aérea, ubicada en Santa Teresa, Nuevo México, a unos 30 kilómetros del Centro de El Paso. De acuerdo con testigos, la aeronave aterrizó aproximadamente a las 14:00 horas del pasado jueves; no obstante, fue visto como una llegada normal.
Uno de los hechos más importantes para la justicia estadounidense y del narcotráfico en el mundo, pasó desapercibido para el resto de los empleados de dicha terminal aérea.
alexmoguels@hotmail.com