La agrupación ofreció, este fin de semana, una conferencia en Acteal para recordar que hace 15 años la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó liberar a los autores materiales de la masacre.
✍?ACÁ ENTRE NOS | Alejandro Moguel
Todavía recuerdo muy bien aquel 22 de diciembre, cuando poco a poco, nos fuimos enterando de la magnitud de una masacre de indígenas. A eso se le conoció después como la matanza de Acteal, municipio de Chenalhó, que ocurrió en diciembre de 1997.
Cuarenta y cinco indígenas de San Pedro Chenalhó, miembros de la organización Las Abejas, fueron asesinados por un grupo paramilitar en la localidad de Acteal. La mayoría de las víctimas eran mujeres y niños.
Eran otros tiempos y otras las prácticas políticas. Por ese hecho, que fue noticia internacional, el entonces presidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León, como se estilaba en aquellas fechas, operó políticamente para que el entonces gobernador de Chiapas, Julio César Ruiz Ferro, solicitara licencia para abandonar el cargo. No era responsable directo de la masacre, pero sí responsable político. ¿Cómo era posible que su gobierno no hubiese podido prevenir que eso no ocurriera?
También, el mismo Zedillo, ordenó el cese del secretario de gobernación, Emilio Chuayffet Chemor. En aquellas épocas sí había consecuencias por ese tipo de hechos sangrientos. Hoy, tristemente, vemos masacres por todos lados de la República Mexicana y nada ocurre para castigar a los responsables.
Vinieron a mi memoria esas imágenes, porque mi compañero periodista y, además, amigo Helio Enriquez publicó recientemente un excelente trabajo en el periódico La Jornada, cuyo título es: “Violencia en Chenalhó y Pantelhó, monstruo que devora todo a su paso: Las Abejas.
Las Abejas de Acteal, es una agrupación a la que pertenecían los 45 indígenas masacrados el 22 de diciembre de 1997, afirmó que la violencia imparable que prevalece en los municipios de Chenalhó y Pantelhó “se ha convertido en un monstruo que devora a toda persona que encuentra a su paso”. Expuso que habitantes de comunidades de ambas localidades “se han desplazado de manera forzada por los disparos frecuentes de los grupos armados”.
Como siempre lo han hecho y nadie les hace caso, la organización Las Abejas informó que, como ya es sabido, el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional permiten que tales actos ocurran bajo sus propias
narices. Cita la nota que los sobrevivientes de Acteal, sobre todo las mujeres que vivieron el ataque y el terror de los paramilitares durante unas seis horas en 1997, se han enfermado por el pánico y han sufrido crisis sicológica.
La agrupación ofreció, este fin de semana, una conferencia en Acteal para recordar que hace 15 años la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó liberar a los autores materiales de la masacre.
En un comunicado, manifestó: aquí seguimos los sobrevivientes, no nos hemos dejado vender ni manipular por los gobiernos responsables de la tragedia ni por los gobiernos actuales que con su indiferencia y su falta de voluntad política han decidido mantener en la impunidad a los autores intelectuales de la masacre.
Sostuvo que la situación de violencia que prevalece en la zona es muy similar a la que vivieron en días previos a la matanza de Acteal, perpetrada por paramilitares priístas.
Desafortunadamente, hoy las cosas son distintas. No creo que aparezca por ahí un grupo paramilitar, como en 1997. Pero sí, hay por todos lados grupos civiles armados, que se auto nombran, grupos de autodefensa, que muy seguramente, son grupos del crimen organizado que usan ese disfraz para poder justificarse y así atacar a sus contrarios. Triste, muy triste, que indígenas estén viviendo en zozobra constante.
alexmoguels@hotmail.