Hoy viernes será la presentación de su obra en el patio exterior del centro cultural Jaime Sabines, en Tuxtla Gutiérrez.
✍🏽Eugenio Hernández Sasso
Sería mejor que retomáramos la esencia sociocultural de lo que somos los chiapanecos, no como una identidad monolítica sino como un conjunto de coincidencias particulares que surgen en el individuo, en la familia, en el barrio, en el pueblo, en la ciudad, en el municipio, en su región, en las grandes áreas geográficas de Chiapas y en cada una de las entidades nacionales que luego se van a la extensión del universo, comentó el sociólogo Antonio Cruz Coutiño, en el programa Historia e Identidad que conduce Marco Antonio Besares en el diario Ultimátum.
Los seres humanos, agregó, somos una suma de lo que consistimos en todo sentido, de lo que comemos, como es el caso del cizín y el nukú, de lo que construimos a partir de nuestra inteligencia, mitos, leyendas y tradiciones.
La identidad de las y los chiapanecos, recalcó, no es exactamente monolítica, sino compuesta con las microidentidades de cada una de las regiones del estado, de los municipios, y en particular las que se construyen a través de la memoria, el gusto, las materias primas, los animales, la tierra y los aromas de la naturaleza.
“Por ejemplo, a partir del núcleo, pero igual son tradiciones e identidades que se fundan en lo que comemos, en lo que pensamos, en lo que miramos, en lo que amamos, en nuestra familia, en el territorio, en fin, es vastísimo y es una cosa que, al menos a mí, me llena el alma”, declaró.
Al referirse a su libro Zompopo, chicatana, cizín y nucú, recalcó que con ese trabajo pone su granito de arena, no para consolidar nada sino para aportar al conocimiento.
“No para consolidar cultura, no para consolidar identidad, puesto que somos ‘identitariamente’ bien consolidados los chiapanecos, pero sí para aportar al conocimiento de esas identidades que forman parte de nuestra cultura e identidad”, subrayó.
Chiapas, consideró, es diverso en términos culturales, étnicos, lingüísticos y así de diverso va a ser el nombre con que se califica a la arriera.
Señaló que la identidad es de la naturaleza, “son esas cosas que mamamos desde la teta de nuestra madre y desde el vientre de ella. Son esas cosas que traemos desde lejos, las que van formando nuestra identidad particular como individuos y, al conjuntarse a nivel regional, va formando una serie de identidades y ese conjunto de identidades es lo que generan esta identidad, esto que somos los chiapanecos”.
Destacó que todo esto está formado por pensamiento, palabra, gustos, alimentos, referentes, paisajes, lugares, memoria, familia, cultura y todo lo que el hombre ha transformado a lo largo de la historia.
Eso es cultura y esa que ha sido creada por el hombre es lo que nos identifica como parte del espacio natural, como parte de la naturaleza como parte del espacio sociocultural que habitamos.
Refirió que su libro se puede adquirir por cien pesos en diferentes puntos de venta en Tuxtla Gutiérrez, y la finalidad de haberlo escrito es que lo lean todos los chiapanecos propios y aquellos que se hayan chiapanequizado, que estén en Chiapas, en todo el país, en Estados Unidos o en el mundo entero.
“Ojalá que el mensaje, esa información, le llegue a todos para que de ese modo vayamos consolidando la idea de fortalecer nuestra identidad, nuestro conocimiento y de cómo sentirnos confiados de que lo que Chiapas produce y es tiene un valor inestimable, un grandísimo valor; que ser chiapaneco es una de las cosas más importantes que le ha pasado a los mexicanos
Anunció que este viernes, a las 5 de la tarde, será la primera presentación formal del libro Zompopo, chicatana, cizín y nucú en el patio exterior del centro cultural Jaime Sabines en Tuxtla Gutiérrez.
Informó que el moderador será Juan Carlos Mejía y una presentadora será la maestra Idalia Díaz Román y un segundo presentador Alejandro Sánchez Flores, cronista de la ciudad.
Después de eso se llevará a cabo otra presentación en la Calzada de los Personajes Ilustres, la cual formará parte del Festival Coyatoc que se organiza entre el Instituto Tuxtleco de Promoción Cultural y la Canaco y posiblemente se haga una tercera en la librería del Fondo o en la Feria Internacional del Libro de la UNAM, así como otra en la fundación Zoé Robledo y las que le han propuesto en Villaflores.