En estos momentos se vive una gran madurez intelectual y de culturas, pues hay un despertar en ese sentido, aseguró.
✍?Gilberto Luna
La lengua Chiapa es un elemento que está íntimamente ligada con la identidad de los chiapanecos, afirmó Mario Nandayapa, profesor e investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), durante el programa Historia e Identidad que conduce el doctor Marco Antonio Besares, en la plataforma digital del diario Ultimátum.
Recalcó que existe un gran desconocimiento de la lengua Chiapa, la cual está latente y no ha muerto, pero se debe rescatar y promover en la entidad para fortalecer la identidad de los habitantes del estado.
Al referirse al pasado y futuro de esa lengua, manifestó que en la medida que la población recupere estos elementos alcanzará mayor identidad.
Dijo que la lengua Chiapa viene de la familia otomangue, sin embargo, dijo que existen tres familias lingüísticas, las cuales son las mayenses, el mije que es el zoque y la Chiapa.
Agregó que esta última tiene un parentesco con una ruta comercial ligada con Costa Rica.
Allá se ha trabajado formalmente en ella, en tanto que en Chiapas todavía tiene un gran vacío.
Consideró que la división causada por las fronteras políticas es terrible y explicó que hay tres teorías de la procedencia de la cultura de los Chiapa.
Señaló, en ese sentido, que los Chiapa llegaron de la meseta central de México y luego retornaron. Otra es que proceden del Soconusco y la tercera que pudo haber sido lo inverso y que la población de Chiapas pudo haber ido al Socunusco y Centroamérica.
Precisó que hay mucha similitud de palabras en Nicaragua, lo que los hace muy cercanos en términos lingüísticos.
Sin embargo, aseguró que la lengua Chiapa todavía persiste alojada en el consciente colectivo de los herederos culturales.
“Cuando hablamos de la muerte de la lengua, Chiapa de Corzo es muy sui generis en toda la historia de los pueblos indígenas de América, porque lo que hicieron ellos es que derrotaron a los españoles y comenzaron un proceso de ladinización”.
Consideró que ese fue un gran caballo de Troya que los llevó a devorarse desde adentro y perdieron hasta la lengua.
Dijo que el dialecto muerto existe cuando no hay un vestigio, pero cuando hay elementos presentes se habla de una lengua latente.
Afirmó que la globalización implica pérdida del sujeto y eso se considera un momento de crisis, el cual genera un vacío existencial en nuestra sociedad y lleva al extravío de la identidad.
La expresión creativa de una cultura pasa por la recuperación de la lengua y eso nos da pertenencia, indicó.
En la medida que la sociedad recupera estos elementos que le dan propiedad, también están teniendo certidumbre.
Manifestó que Chiapa de Corzo tienen una resistencia cultural muy fuerte.
Gracias a la aplicación de la lingüística, destacó, se pueden aprender muchas cosas.
En estos momentos estamos viviendo una gran madurez intelectual y de culturas, pues hay un despertar en ese sentido y estamos a 200 años de ese sentimiento de identidad, “porque en 1824 no existía chiapaneco, éramos guatemaltecos”, subrayó.
Consideró que la época del Ateneo es el mejor momento para entender esto, porque es cuando Franco Lázaro Gómez se ve a sí mismo y se asombra y comienza a recrear sus leyendas, paisajes y personajes, entre otros.
La importancia de volver la vista hacia la lengua Chiapa dijo que es de atención urgente porque se ha trabajado ya en un proyecto de elaboración de una aplicación para traducir palabras, pero llegó la pandemia y se detuvo.
En referencia al diccionario de la lengua Chiapa explicó que su papá nunca estuvo de acuerdo en que se llamara Chiapaneca, porque el “neca” es un gentilicio.
Explicó que su padre fue un ingeniero metalúrgico especialista en uranio, jefe de energía nuclear en México, pero era parte de una generación con una formación enciclopedista, que le daba una percepción más amplia de la vida.
Expresó que en la constitución del estado no aparece la lengua Chiapa como una de las culturas reconocidas pues se desconoció desde 1912.
Afirmó que no es motivo de orgullo ser pueblo mágico, si no hay un observatorio que pueda vigilar que no se aceleren los procesos de aculturización porque los préstamos de otras culturas son irreversibles.
