Creen que el resto de los ciudadanos somos tontos, retrasados mentales o que estamos chupándonos los dedos.
✍?ACÁ ENTRE NOS | Alejandro Moguel
Hay pol í t i cos mexicanos, o aprendices de políticos, que no se miden. Creen que el resto de los ciudadanos somos tontos, retrasados mentales o que estamos chupándonos los dedos.
En los procesos electorales y con el premeditado y engañoso propósito de cumplir con las cuotas de género y/o acciones afirmativas, visten ropa indígena o de mujer para hacerse pasar como tales, sin serlo.
Sin embargo, como todo es burdo y hasta grosero, los actores afectados se dan cuenta, impugnan y, al final, les revocan las constancias de mayoría que previamente se les había entregado por su falsa auto adscripción.
Citaré únicamente casos que han sido escandalosos:
La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de Michoacán, revocó el triunfo de Rubén Torres García, candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a la presidencia municipal del ayuntamiento de Charapan, debido a que fingió ser mujer, en elecciones de 2024.
Por otra parte, y por unanimidad de votos, fue la Sala Regional Toluca la que declaró la invalidez de la elección del ayuntamiento de Irimbo, Michoacán, por haberse acreditado “violencia política en razón de género” contra una candidata.
Y es que el candidato del PRD, quien habría ganado la contienda en la elección del pasado 2 de junio, cometió fraude, pues se postuló como mujer, sin serlo.
La Sala Superior del TEPJF declaró que la resolución impugnada viola también el principio de exhaustividad y congruencia, y compromete el derecho del electorado de que se respete su decisión expresada en las urnas.
De acuerdo con el partido del político perredista, en los primeros trámites para contender por el cargo, sí se registró como hombre; sin embargo, luego presentó un escrito donde se hace pasar como una mujer.
La postura del aspirante se tomó para cumplir con los requisitos de paridad de género, tampoco declaró pertenecer a la comunidad de la diversidad sexual en campaña, lo que se resolvió como un “engaño”.
Y es que a raíz de que el Instituto Nacional Electoral (INE) decidió promover la paridad de género en el proceso electoral de 2024, se han detectado varios casos de “fraude” en los comicios.
De acuerdo con los datos, hombres cisgénero (aquellos que se identifican con el género que le es asignado al nacer), ocuparon candidaturas que debían ser asignadas a mujeres, ya que fingieron un nombre del sexo femenino y ser parte de la comunidad LGBTIQ+.
Otro de los casos en Michoacán es el de Cristian Moisés Gutiérrez Ramos, aspirante a la presidencia municipal de Penjamillo, por la coalición PRD-PES.
Sin embargo, en su registro se declaró como mujer, y como integrante de la comunidad LGBT+, situación que también podría resultar en negativa de triunfo.
De ese modo, se ha podido confirmar que, hay un reporte de otros candidatos que se registraron como mujeres en el proceso electoral.
Por otra parte, en las elecciones intermedias de 2021, hubo quien se hizo pasar como indígena y “ni en su casa lo conocían”, se burlaban los periodistas.
Autoridades de la comunidad de San Juan Tetelcingo, del municipio de Tepecuacuilco, Guerrero desconocieron que haya existido una relación con el diputado federal que en esa fecha fue reelecto por el Partido de Acción Nacional (PAN), Oscar Daniel Martínez Terrazas, por lo que rechazaron que ellos expidieron una constancia para representarlos en San Juan Tetelcingo y refirieron que ni él ni algún otro político hayan hecho labor por esta localidad ubicada en la sierra guerrerense.
Durante los comicios mencionados, el aspirante a la reelección, Martínez Terrazas aseguró que se había acreditado de manera legal con una constancia que se le expidió de una comunidad indígena Náhuatl, para poder participar en la contienda como candidato de esa región a la diputación federal y, para que el PAN cumpliera con las acciones afirmativas que ordenó el INE.
Sin embargo, el pasado 13 de mayo de 2021, al cuestionarlo que dónde estaba ubicada y cuál era la comunidad que le otorgó ese documento, no supo responder el nombre, señaló que eso “no era relevante”, incluso afirmó que había hecho labor en dicha localidad a tal grado que se hizo acreedor de ese reconocimiento, por lo que, al insistirle el nombre de nueva cuenta, reiteró y pidió que no se le diera importancia porque además todo el proceso legal se había cumplido en “tiempo y forma”.
Sin embargo, el periódico El Financiero acudió a la comunidad indígena de San Juan Tetelcingo y se entrevistó con autoridades de esta demarcación; éste, como los demás miembros de la asamblea, negaron haberle dado su aval al panista, así como también el haber respaldado la figura de algún candidato.
Además, hicieron hincapié en que, para poder representar a la comunidad, que está alejada de la urbanización, los candidatos deberán cumplir con varios requisitos, como dominar la lengua Náhuatl, tener raíces, familia o descendencia de este sitio para poder ser su representante en la Cámara de Diputados; además deberá usar la vestimenta que los identifica, entre los que resalta el mandil.
En las elecciones recientes de 2021 se detectó otro caso en Chiapas. María Teresa Campos Flores, activista en defensa de los derechos de la comunidad lésbica en Chiapas, fue bajada como titular de la quinta asignación en el Congreso de Chiapas, que corresponde para una persona de la diversidad sexual y en su lugar, fue colocada Sahara Munira José Flores, cuñada de la senadora Sasil de León Villard, vicecoordinadora de Morena en el Senado.
Es decir, María Teresa Campos Flores se hizo pasar como un miembro de la diversidad sexual, sin serlo, porque, además, está casada con un hombre heterosexual.
Esta candidatura, como en las otras mencionadas arriba, seguramente será impugnada y corregida.
alexmoguels@hotmail.com