Es irónico, Presidente, que mientras usted organiza la repatriación de los restos de un revolucionario olvidado, nuestras comunidades en Chiapas claman por la repatriación de sus seres queridos.
✍🏽REALIDAD A SORBOS | Eric Ordóñez
Presidente, a usted que le gusta buscar personas, me pregunto si alguna vez ha pensado en buscar a los que siguen vivos en los corazones de sus familias, pero desaparecidos en la realidad de nuestro país. Mientras usted dedica esfuerzos y recursos para encontrar los restos de héroes históricos, como Catarino Erasmo Garza Rodríguez y el general José María Melo, hay un clamor silente en Chiapas, un eco doloroso que recorre hasta las selvas de nuestro estado.
Los casos de desaparición en Chiapas no son un asunto del pasado; no son historias olvidadas en libros de historia. Comienzan a registrarse desde 1974, pero 2023 marcó un año especialmente sombrío, con 304 personas que aún permanecen desaparecidas. Las cifras son frías, pero detrás de cada número hay una vida interrumpida, una familia rota, una comunidad devastada. De 2021 a la fecha, Chiapas ha visto un aumento alarmante en los casos de desaparición, especialmente entre los jóvenes de 15 a 34 años, que representan el 47.73 % de los desaparecidos. Son nuestros hijos, nuestros hermanos, nuestras hermanas. Son el futuro de Chiapas, un futuro que se desvanece en la incertidumbre.
Presidente, usted habla de recuperar la memoria histórica y de dar reconocimiento a los que lucharon por la justicia en el pasado. Pero, ¿qué pasa con la justicia que se debe a los desaparecidos de hoy? ¿Dónde está la búsqueda incansable por los 281 niños y adolescentes, la mayoría niñas, que fueron arrebatados de sus hogares, de sus sueños, antes de siquiera llegar a la adultez? ¿Dónde está la justicia para los jóvenes de Tapachula, ahora el municipio con más casos de desaparición, superando incluso a Tuxtla Gutiérrez?
Es irónico, Presidente, que mientras usted organiza la repatriación de los restos de un revolucionario olvidado, nuestras comunidades en Chiapas claman por la repatriación de sus seres queridos, de aquellos que fueron desaparecidos, no por razones históricas, sino por la violencia y el abandono contemporáneos. Mientras se erigen monumentos para héroes que lucharon hace más de un siglo, las familias de los desaparecidos en Chiapas solo desean encontrar los cuerpos de sus seres queridos para darles un entierro digno.
EL REALITY SHOW DE LA POLÍTICA: ¿SE ESTÁ PERDIENDO LA RAZÓN?
La política en México a veces se siente como un reality show, y usted, Presidente, parece estar dentro de “La Casa de los Famosos”, desconectado de la realidad que vive su audiencia, su pueblo. Así como Adrián Marcelo en su encierro empezó a perder la noción del juego y de la vida real, usted parece estar cada vez más alejado de los problemas tangibles que enfrentamos. Se enfoca en una narrativa que habla de historia y orgullo nacional, pero se olvida de que su audiencia está esperando respuestas y acciones sobre los desaparecidos de hoy, no solo sobre los héroes de antaño.
En “La Casa de los Famosos”, los participantes buscan la aprobación del público para no ser eliminados. En la política, la aprobación del público también es fundamental para mantenerse en el poder. Pero aquí, en este México de hoy, la popularidad no se gana con discursos y monumentos a héroes olvidados, sino con acciones concretas que aborden los problemas urgentes del país. Y los desaparecidos de Chiapas son uno de esos problemas urgentes.
Si la política es un reality show, entonces es hora de cambiar el guion, porque este episodio no está funcionando. Las madres de los desaparecidos no están interesadas en los giros dramáticos de la narrativa oficial; ellas quieren justicia, quieren respuestas. No podemos seguir viendo cómo la trama se desvía hacia los héroes de hace siglos, mientras los héroes del presente — los jóvenes, las niñas y los niños que desaparecen cada día— se quedan fuera del foco de atención.
UNA HISTORIA QUE NECESITA CAMBIAR
La situación en Chiapas no es una mera cifra en su informe, Presidente. Es un grito de auxilio que se alza desde Tapachula hasta Palenque, desde las montañas hasta las planicies. Es la historia de un estado que, mientras recuerda a sus héroes del pasado, sigue perdiendo a sus héroes del presente. Porque esos jóvenes, esas niñas y esos niños desaparecidos, son los héroes de hoy, luchando por sobrevivir en un México que parece haberles dado la espalda.
A usted que le gusta buscar personas, le invito a buscar a los que faltan, a los que siguen vivos en nuestra memoria, pero ausentes en nuestra realidad. Porque solo cuando enfrentemos nuestras desapariciones contemporáneas con la misma determinación con la que buscamos nuestros héroes del pasado, podremos decir que estamos verdaderamente honrando nuestra historia y construyendo un México más justo para todos.
MÁS ALLÁ DEL REALITY: EL VERDADERO DESAFÍO
Si la política es un escenario, Presidente, entonces Chiapas es el escenario donde la tragedia se representa todos los días. Este no es un episodio que se pueda editar o manipular para el entretenimiento del público. Aquí, en la vida real, las lágrimas son auténticas, el dolor es palpable y las consecuencias son duraderas. No es un reality show donde podemos votar para que alguien se quede o se vaya. Aquí, la vida de las personas no debería ser un juego.
Cordial saludo.