El asunto no es de números, es de forma y fondo, de caprichos y de demostrar quién manda aquí.
✍?DERECHO DE RÉPLICA | Víctor Manuel Cruz Roque
Literal: contra viento y marea; pese a todo y a todos; las ansias de avasallar y “el Estado soy yo”, con estos afanes impositivos, se concretó la reelección de Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. La votación final fue, para la reditada titular del organismo 87 votos de MORENA y aliados, Nashieli Hernández 36 de los opositores y Paulina Hernández 3 sufragios a favor y tres nulos.
El asunto no es de números, es de forma y fondo, de caprichos y de demostrar quién manda aquí. Y es que, una especie de antítesis se hizo posible, porque la ungida fue la peor evaluada, la que fue exhibida por el obispo emérito Raúl Vera, la que es impugnada por más de 90 ONGs y–¡diablos-¡, que es rechazada también por el Comité Eureka, el mismo que fundó su madre la activista y luchadora social incansable Rosario Ibarra de Piedra. Rechazada por todos, pero protegida por las huestes morenistas que, siguiendo guion y escaleta dictada al parecer desde un lejano rancho localizado en Palenque, Chiapas.
PRIMER ROUND
En círculos analistas, se da como un hecho de que fue una especie de round de sombra entre la actual inquilina de Palacio Nacional y el que aparentemente se fue a través de sus brazos articuladores en el partido y en los espacios legislativos que reciben instrucciones,
Es lógico que la actual mandataria Claudia Sheinbaum se inclinara por Nashieli Hernández quien fue titular del organismo en la Ciudad de México cuando ella la gobernó, y, por contradictorio que parezca se tejió circunstancialmente una alianza políticamente absurda entre ella y los opositores, lo cual es impensable dada la natural polarización prevaleciente. Pero ahí están los hechos para ser registrados por la historia.
El mensaje que se envía a la sociedad mexicana, tratándose de la naturaleza sensitiva, altamente visible y de estricta necesidad de que se observen microscópicamente estas determinaciones por el ambiente que prevalece actualmente en el país, es de que nada, ningún obstáculo ético, profesional, de capacidades e incluso políticos importan. Algo así como: esto se hace y punto. Esto es preocupante, muy preocupante, porque crea antecedentes de parcialidad con criterios políticos, no de capacidades ni de solvencia y reconocimiento social.
GRAVE PRECEDENTE
Esto se constituye en un grave precedente en torno al tema controversial de la recientemente aprobada Reforma Judicial, que entre otras disposiciones establece la elegibilidad de las personas juzgadoras, jueces, magistrados y ministros, y para cuyos efectos el Congreso de la Unión—dominado por MORENA—instaló ya el Comité de Evaluación, que es el filtro que decidirá quienes sí y quienes no podrán participar en la elección a efectuarse en junio próximo. Y, si como en el caso de la reelección de la Ombudsman nacional se torcieron dichos criterios, eso siembra antecedentes negativos y envía un mensaje ominoso e inaceptable.
No nos queda dudas de que el tiempo pondrá el nombre correcto a lo que sucede hoy en México.
Es todo, gracias.
vmcroque@hotmail.com