En el “Año de Hidalgo y de Carranza” los rutilistas no están dejando nada, ni siquiera plazas.
✍🏽TAROT POLÍTICO | Amet Samayoa Arce
Contra los funcionarios tentones de la administración rutilista no debe haber contemplaciones, y se les debe aplicar la ley a secas. Esa es la faena colosal e intrincada que, desde la Auditoría Superior del Estado (ASE), tendrá que realizar el contador y doctor en administración pública José Antonio Aguilar Meza, así como la Secretaria de la Honestidad y Función Pública Ana Laura Romero Basurto, a partir del próximo 8 de diciembre, toda vez que no deberá dejar dudas e interpretaciones descartadas de que habrá borrón y cuenta nueva en materia de rendición de cuentas, además de que la Nueva ERA no tiene cabida para la corrupción y mucho menos la impunidad que ha desgarrado hasta lo más profundo la dignidad y confianza del pueblo. Quienes dejarán el poder han quedado a deber al pueblo en materia de honestidad, ya que no se hizo nada para fiscalizar la cuenta pública del estado, los municipios y sus entes públicos, porque se han asociado con aquellos que les gusta meterle la uña al dinero ajeno y no han procedido legalmente contra ningún alcalde o funcionario a cargo de las diferentes dependencias que se han enriquecido grotescamente y han despilfarrado dinero a la vista de todos, sobre todo aquellos que entraron con una mano adelante y la otra atrás. Más allá de que la transición dejó de ser tersa casi desde su inicio, porque los subalternos de la administración saliente se resisten a ahuecar el ala y pusieron trabas de toda índole a integrantes del equipo de la Nueva ERA, el gobernador electo no es proclive a tolerar, mucho menos solapar actos de corrupción y de abuso de poder, porque sabe que las y los chiapanecos tienen puesta toda su esperanza en él y, conociendo su talante, no los va a defraudar.
NO DEJARÁN NADA, AUNQUE VENDRÁ EL REVIRE
En Chiapas todos saben que la ambición de los titulares de las dependencias del gobierno fue desmedida y, aunque usted no lo crea, además del desorden administrativo se quieren gastar hasta el último centavo del presupuesto 2024, al realizar compras excesivas y sobreestimadas, con empresas de dudosa legalidad y procedencia. Estos malandrines de cuello blanco también han maniobrado mañosamente, de todas formas, para quedarse con plazas de base, a fin de que la administración entrante no tenga oportunidad de destituirlos, y si lo hacen, como inevitablemente sucederá, se verán en la penosa necesidad de enfrentar demandas laborales que le costarán cantidades estratosféricas, millones de pesos, a las finanzas públicas de la entidad por concepto de liquidación. De ese tamaño es la inmoralidad de esta gente. Los negocios al cierre de esta administración están a la orden del día y se hacen desvergonzadamente, bajo la premisa del “Año de Hidalgo”, aquel dicho que se hizo famoso en los años 70’s y 80’s y que se refiere a que “chin chin el que dejé algo” en el último ciclo de la gestión gubernamental, solo que en el gobierno de Rutilio Escandón no solo es eso sino también le han agregado el “Año de Carranza, por si el de Hidalgo no les alcanza”.
NO HABRÁ IMPUNIDAD DESDE LA ASE
La voracidad llega a tal grado que no quieren dejar ni un peso en las arcas del estado, por eso, para gastarse hasta el último centavo y llevarse a la bolsa o sus cuentas bancarias lo último que queda del recurso del pueblo, han inventado contrataciones de múltiples servicios desde la Secretaría de Hacienda, como impermeabilizar los edificios públicos, por citar un ejemplo. En el “Año de Hidalgo y de Carranza” los rutilistas no están dejando nada, ni siquiera plazas en ninguna parte, por ejemplo, en diferentes secretarías del estado e instituciones de educación superior como la UNACH, UNICACH y Politécnica, en las últimas semanas se sirvieron con la cuchara grande para beneficiar no solo a sus amigos y familiares, sino hasta amantes, concubinas y a sus buenos mozos, a quienes les dieron plazas de base y recategorizaron, cosa que no se había dado en muchos años. Esto debe llevar a que los funcionarios de la Nueva ERA inicien investigaciones y den un revés a todos los “agandalles” que se dieron y, además, se finquen responsabilidades a ex funcionarios que entregarán oficialmente sus cargos el 8 de diciembre próximo, es decir, dentro de una semana, porque el pueblo ya está cansado de tanta transa. El tema es por demás interesante, pues si algo ha lastimado a México, y Chiapas no es la excepción, ha sido la corrupción y la impunidad, dos factores que no existen en la conciencia de Eduardo Ramírez Aguilar, ni en su equipo de trabajo que habrá de institucionalizar la Nueva ERA. Por eso no dudamos que, a partir de esta nueva página de la historia en el estado, funcionarios de primer nivel y ex alcaldes se convertirán en huéspedes distinguidos de El Amate por actos de corrupción, desvío y saqueo del presupuesto público.
DE TAROT Y ADIVINANZA
¿Le alcanzará la fuerza y sombra de la impunidad del “cuñado”, Adán Augusto, desde el Senado, para evitar que sus otrora aliados terminen en la cárcel? El senador Pepe Cruz, el Ángel “Caído” Torres, alcalde de Tuxtla, y Antonio Noguera Zurita, director del aeropuerto Ángel Albino Corzo, son los tres mosqueteros protegidos del grupo Tabasco que presumiblemente se enriquecieron saqueando el erario público, con la ayuda y beneficio del ahora diputado Javier Jiménez Jiménez y María Esther García Ruiz, desde la Secretaría de Hacienda. Ya les desmenuzaré y documentaré los más escandalosos casos de corrupción que jamás se habían visto en Chiapas. Hay hasta para escribir un libro … Servidos.
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