Si Chiapas quiere hablar verdaderamente de derechos humanos, debe garantizar que sus instituciones reflejen diversidad, inclusión y perspectiva de género.
✍🏽REALIDAD A SORBOS | Eric Ordóñez
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Chiapas, creada en 1990, nació con el propósito de velar por los derechos fundamentales en un estado marcado por su diversidad cultural y sus constantes conflictos sociales. Sin embargo, más de tres décadas después, su desempeño refleja una institución rezagada, dominada por liderazgos masculinos que no han estado a la altura de las necesidades de la población.
EL DOMINIO DE LOS ‘JUANES’ EN LA CEDH
En 2023, Zepeda Bermúdez fue reelecto para un segundo periodo, ignorando a mujeres con experiencia en la defensa de los derechos humanos. Este hecho dejó en evidencia una falta de compromiso con la inclusión y un retroceso en la lucha por la paridad de género.
UNA DEUDA DE JUSTICIA
La ineficacia de la CEDH también se refleja en los números. En 2023, de las 541 quejas radicadas, ninguna fue resuelta mediante recomendación o propuesta conciliatoria en el mismo ejercicio. Esto no solo evidencia una crisis institucional, sino también revictimiza a quienes buscan justicia en un organismo que debería protegerlos.
LA OPORTUNIDAD PERDIDA EN 2023
La terna de 2023 incluyó a dos mujeres destacadas, Claudia Ruiz Coutiño y Laura León Carballo, quienes contaban con las credenciales para liderar la CEDH. Sin embargo, fueron desplazadas en un proceso encabezado por Sonia Catalina Álvarez, quien perdió la oportunidad histórica de impulsar un liderazgo femenino en el organismo.
UNA NUEVA ERA: LIDERAZGO FEMENINO EN LA CEDH
Con la reciente renuncia de Juan José Zepeda Bermúdez, la CEDH tiene la posibilidad de corregir su rumbo y marcar un precedente. En el contexto de la “Nueva Era” en Chiapas, es fundamental que este espacio sea ocupado por una mujer. No como un gesto simbólico, sino como un reconocimiento real a las defensoras de derechos humanos que han luchado incansablemente por la justicia.
Dar paso a un liderazgo femenino no solo significaría avanzar hacia la equidad, sino también fortalecer la legitimidad y eficacia de la institución.
DE LOS ‘JUANES’ A LAS ‘JUANAS’
Es tiempo de romper con los ciclos de continuismo que han limitado a la CEDH y de abrir la puerta a nuevas voces. Si Chiapas quiere hablar verdaderamente de derechos humanos, debe garantizar que sus instituciones reflejen diversidad, inclusión y perspectiva de género.
La CEDH tiene en sus manos la posibilidad de un cambio histórico. Que esta oportunidad no sea desaprovechada.
Cordial saludo.