Casi la mitad de los concesionarios del mercado José María Pino Suárez no abren sus locales, sobretodo en la segunda planta.
Gabriela Jiménez/Ultimátum
(Segunda parte)
Tal como se informó ayer, el mercado José María Pino Suárez de esta ciudad capital aparte de ser inoperante se ha convertido en un mercado “fantasma”, ya que casi la mitad de los locatarios no abren sus negocios por las bajas ventas en ese lugar.
Locales cerrados
Durante un recorrido por este mercado se puede observar cómo los locales de la planta alta casi en su mayoría permanecen cerrados, sobre todo los que se dedican al negocio del plástico, la ropa y juguetes, esto debido a la mala distribución que se hizo de los locales por parte de la administración encabezada por Evaristo Hernández Cruz, cuando fungió como coordinador de mercados Salomón Wilson, quienes fueron los responsables de lo que hoy sucede en este centro de abasto, según declaración de los mismos comerciantes.
En la planta baja igual se pueden observar, sobre todo por la entrada que está en la calle Constitución, muchos locales que están cerrados, y, a pesar que las autoridades municipales están presionando para que los abran, los concesionarios afirman que no pueden hacerlo porque no hay ventas y solo llegan a perder el tiempo.
En el área de aves de corral en pie también podemos encontrar que la gran mayoría de los locatarios no abren sus puestos y los utilizan como bodega para guardar utensilios y únicamente hay cinco locales abiertos y que están trabajando.
Cabe señalar que el reglamento de mercados que fue modificado, precisamente en la administración de Evaristo Hernández Cruz, establece claramente que un local que permanece más de tres días cerrados sin justificación puede revocarse la concesión, aunque hasta el momento no se ha aplicado en este centro de abasto.
Se agrietan los pisos
A casi tres años de su inauguración, hoy el mercado José María Pino Suárez presenta serios problemas en su infraestructura; de hecho, gran parte del piso de la planta alta se está agrietando y podría ocasionar un serio riesgo para los visitantes.
En el estacionamiento hay filtraciones por todas partes, e inclusive se ven encharcamientos constantes en toda esa área vehicular, ocasionados por tuberías rotas de la primera planta. Y qué decir de los drenajes que continuamente se tapan, debido a que muchos locatarios tiran desechos sólidos al drenaje.
Por todas estas razones, este centro de abasto que inauguraron con “bombos y platillos” no ha logrado ser el mejor del sureste del país.
