Hoy se cumplen 30 días de haber rendido protesta como gobernador constitucional del estado y ya empieza a escribir una historia diferente para su amado Chiapas.
TAROT POLÍTICO/Amet Samayoa
A tan solo un mes de asumir el gobierno del estado, el comiteco Eduardo Ramírez Aguilar ha superado la expectativa de una mayor esperanza entre la población chiapaneca. Las acciones puestas en marcha en materia de seguridad devolvieron la confianza de la gente hacia sus autoridades y los proyectos de desarrollo en todos los sectores generan certidumbre para invertir y prosperar. Vale la pena recordar que El Jaguar ganó el 2 de junio con el 80 por ciento de la votación general del pueblo de Chiapas. Esto lo colocó entre los más legitimados por la ciudadanía. El triunfo fue a pulso, con su arraigo y arrastre, toda vez que no contó con el apoyo de grupos de poder ni mucho menos con un efecto que lo remolcará, más que el propio. Esto le permitió llegar sin ningún otro compromiso que no fuera el del pueblo y, por ello, desde el primer minuto de su administración empezó a trabajar con la capacidad, sabiduría e inteligencia que lo caracterizan, además del valor y determinación que se propuso desde su campaña para devolver al estado la paz, tranquilidad y las horas serenas que tanto anhelaban las y los chiapanecos.
Superará la prueba de revocación de mandato
Hoy se cumplen 30 días de haber rendido protesta como gobernador constitucional del estado y ya empieza a escribir una historia diferente para su amado Chiapas. Obviamente, su crecimiento seguirá al alza porque en este primer mes de su administración ha hecho lo que muchos no hicieron en varios sexenios anteriores. Una vez que tomó “el bastón de mando”, se dio a la tarea de combatir la delincuencia con toda la fuerza del estado y los arrestos que a muchos les ha hecho falta. Por eso, en tan poco tiempo, la percepción de inseguridad se está superando. Ahora todos en Chiapas están dispuestos a colaborar, inclusive, con su gobierno, porque se identifican con Eduardo Ramírez. Saben que es un hombre de palabra, que cumple, que viene de abajo como la gran mayoría, y lo único que le importa es dar certeza para impulsar el desarrollo como nunca se había hecho. Con la capacidad y determinación que ha demostrado para atacar no solamente a la delincuencia del fuero común, sino también la corrupción y la impunidad que tenían demolido al pueblo chiapaneco, en los siguientes 70 días que le restan para llegar a los 100, seguramente veremos otras acciones en materia educativa, de salud e infraestructura, por mencionar algunos rubros de suma importancia que permitirán un progreso general y elevarán su nivel de aceptación entre el pueblo. Podemos augurar, con toda convicción, que llegado el momento de someterse a la revocación de mandato, como buen gobernante que es, no saldrá igual sino más vigoroso que en la elección que lo llevó al triunfo electoral el pasado 2 de junio. Sostenemos esta hipótesis porque si había personas que no votaron por El Jaguar en la contienda comicial del año pasado, ahora estarán más convencidos de que fue la mejor opción para gobernar, porque hasta este momento se ha aplicado la ley, con todo rigor, en contra de los transgresores sin importar quienes sean. Aquí la justicia va por parejo, sin miedo, por amor a Chiapas.
Hoy podemos aseverar que, como nunca un antes lo había hecho gobernador alguno, Eduardo Ramírez ha dado resultados inmediatos en la coyuntura de reclamo de seguridad. Restaurar la paz ha sido su primer cometido porque Chiapas y sus habitantes merecen vivir mejor y en paz. Las y los chiapanecos tenemos derecho a trabajar honestamente, invertir, ganar para residir en una condición de prosperidad financiera, sin el miedo a ser despojados de nuestro patrimonio por grupos delincuenciales que habían hecho del estado su guarida. ¡Se está logrando!
De Tarot y Adivinanza
¿Sabía usted que La Concordia tiene alcalde a distancia porque el “enemigo” Miguel Ángel Córdova y su dinastía gobierna desde conocido Hotel del lado Poniente de la capital chiapaneca? ¿Qué le parece? … Servidos.