Investigaciones preliminares revelan el uso de firmas apócrifas para inflar gastos de combustible y justificar operaciones inexistentes, con recursos presuntamente desviados a su precampaña política para gobernador.
TAROT POLÍTICO/Amet Samayoa Arce
En el combate a la inseguridad el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar ha sido efectivo en los primeros días de su mandato. Seguramente, en educación, también destacarán sus acciones en breve, pero en donde no hay lugar a dudas que será implacable, es en la corrupción y la impunidad que prevaleció en gobiernos anteriores. Un ejemplo de ello es que el doctor Pepe Cruz no librará su estancia en El Amate, aún con el fuero constitucional que le otorga el Senado de la República, ni con el respaldo que en su momento le pudiera dar el líder de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la cámara alta, Adán Augusto López Hernández, o su protector sexenal, Rutilio Escandón Cadenas. La curul que ostenta la obtuvo, el galeno que manchó la bata, con el dinero del pueblo. A pesar de ello lo que se sabe y que lo pone en riesgo de la cárcel, es que por medio de sus subalternos falsificó la comprobación del combustible, cuyas firmas fueron imitadas para inflar los gastos y presuntamente robarse ese dinero que tanta falta le hacía a las y los chiapanecos con algún padecimiento. El doctor Pepe Cruz resultó ser todo un cirujano malvado, un lobo con piel de oveja que escondía una feroz personalidad corrupta debajo de la bata que contaminó. Hizo sus operaciones con bisturí, pero desafortunadamente para él y su equipo de serviles cometió errores que ahora han sacado a la luz las prácticas ilícitas que realizó para obtener más y más dinero, a fin de financiar, desde la Secretaría de Salud, su precampaña al gobierno del estado y convertirse en “la revelación” del momento. Recordemos que hasta en los rollos de papel higiénico salía su imagen, ya no digamos la invasión de botargas que había en los cruceros de Tuxtla Gutiérrez y la cantidad de espectaculares que pagó en los 123 municipios del estado para que la gente lo conociera. Las y los chiapanecos se preguntaron, en ese entonces, de donde salía el recurso para financiar la costosísima precampaña que no le dio para llegar a la gubernatura, pero sí para amarrar una curul en el Senado de la República. Ahora se sabe que parte de esa operación millonaria provenía también, supuestamente, de la falsificación de comprobantes de servicios de vigilancia y limpieza. Ese rubro está cundido de nombres de personas inexistentes, cuyas rúbricas son inventadas. Además pagó facturas, de un día para otro, por montos millonarios de supuesto equipamiento médico ficticio. La lista de antecedentes es larga. El doctor Pepe Cruz causó una anemia aguda al succionar el presupuesto de la Secretaría de Salud en Chiapas y “ensució” terriblemente la bata blanca, deshonró al gremio que se dedica a salvar vidas, mancilló al equipo honesto de esa dependencia y afrentó a todo el pueblo chiapaneco.
CASO METAPA, IMAGINARIA REMODELACIÓN LO HUNDE
El famoso proyecto de reconversión de hospitales más bien resultó una estrategia para convertirse en un nuevo millonario, pues existen centros hospitalarios en ruinas que imaginariamente remodeló, uno de ellos, de acuerdo a información que circula en redes sociales, es el de Metapa de Domínguez. En su momento, también la Fiscalía General del Estado (FGE) recibió una solicitud de orden de “arresto administrativo” por 24 horas, girada por Sandra Luz Ochoa Carboney, encargada del Juzgado Segundo de Primera Instancia Especializado en Juicio Oral Mercantil, en contra del doctor “defeca batas”, por un adeudo que la dependencia tiene con la empresa proveedora Queram, propiedad de Marisol Ramos Quevedo. La orden girada derivó del Juicio Ordinario 190/2018, iniciado tras una demanda que interpuso la persona afectada, a quien se le debe una considerable cantidad de dinero que el doctor Pepe Cruz no pagó durante su estancia en la Secretaría de Salud. Este podría ser solamente un aviso para que se prepare a enfrentar el largo brazo de la justicia. Así le podemos enumerar más evidencias de la corrupción que imperó en los tiempos de la “bata manchada”, pero nos haría falta tinta y espacio para ello. Lo que sí podemos afirmar, es que desde que se fue al Senado de la República, Pepe Cruz no ha puesto un pie en Chiapas ni para agradecer el voto que lo llevó al cargo de elección popular que posee. El día que quiso ganarse la gracia del Jaguar –en la toma de protesta del gobernador de la Nueva ERA-, una rechifla en el recinto lo ahuyentó. Ya lo veremos pronto con su uniforme naranja que ya lució el ex gobernador Pablo Salazar. Lo que representa la frase vergonzosa: “del presidium al presidio”.
DE TAROT Y ADIVINANZA
Otro del grupo Tabasco que también ostenta fuero como alcalde capitalino y que no librará El Amate por el presunto manoseo y usufructo del erario público, ahora que El Jaguar no tolerará la impunidad, es el “Ángel Caído”. Se sabe que finalmente se canceló la obra de remodelación de San Roque y que la constructora “amiga” del ex titular de la SOP, Torres Culebro, cobró un anticipo del 50 por ciento del contrato de cerca de 30 millones de pesos. El capricho del ahora inepto alcalde rompía con la imagen urbana de la emblemática parroquia de San Roque que el tabasqueño intentó pasárselo por el arco del triunfo. Se tira dinero como lo hizo en su intento del Circuito Interior Chiapas de Corazón. Ya lo verán … Servidos.
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