José Falconi
Látigo que danza en el cuerpo del vacío, así define Patricia Camacho Quintos a lapoesía, al final de su libro Visiones y momentos. Tal vez ese cuerpo del vacío que la poeta nombra es nuestra ingénita necesidad de contar con un ámbito de trascendencia, tan difícil de concebir en medio de las crisis sociales, históricas y personales que la realidad de nuestros aciagos días nos depara.
Las imágenes y las palabras –que en el fondo no son más que imágenes— de este nuevo libro de poesía de nuestra querida Paty, han tocado mi corazón y mi conciencia. ¿Cómo podríamos permanecer indiferentes ante el periplo espiritual, intelectual, emocional, psíquico e inclusive político de estas Visiones y momentos?
La poeta ha trasladado sus más dolorosos y, a la vez, sus más luminosos recuerdos, al ámbito sin riberas y sin límites de la expresión poética. Al hacerlo ha seguido el consejo de Rubén Darío: Ser sincero es ser potente.
El libro todo hilvana un texto poético profundo, trascendente y, por momentos, turbador. Literatura testimonial, narración periodística, de experiencias históricas y existenciales radicales –la Nube y la Sangre de la que hablara el poeta Raúl González Tuñón, al decirnos que la poesía es un peligroso equilibrio entre estos dos símbolos— y lirismo poético se ayuntan para darle al fantasmal, vaporoso caballo de niebla o bruma, que ha franqueado umbrales imaginarios y reales, un simbolismo polivalente: es la muerte personal que necesariamente vendrá del hecho de estar vivos; es la muerte colectiva que deviene de fatalidades, rezagos e injusticias históricas; pero es también la zozobra de nuestra conciencia a veces lúcida, a veces perturbada.
A través de los dislocamientos de la realidad evidente que la esquizofrenia provoca –y que la autora poetiza con gran valentía—, este libro nos inclina hacia los abismos de nuestra inestable identidad; pues lo que por mejor nombre llamamos la realidad del mundo, está siempre rodeada de misterios sin cuenta, de otras verdades que ni siquiera sospechamos. Misterios y verdades que se ocultan entre nosotros.
En el Fausto, de Goethe, Mefistófeles dice: Sé yo un lugar dónde está enterrado cierto tesoro hace mucho tiempo. Voy a darle un vistazo
Ese incógnito lugar bien puede ser la inteligencia cordial de la poesía. Vamos a darle un vistazo.