Andrés Llanos
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@AndresLlanos71
Resulta difícil entender, como un presidente de la República puede ir a saludar abiertamente a la mamá y a otros familiares de miembros de la delincuencia organizada y luego, decir cualquier cosa, para justificar su actitud contraria a la investidura que representa.
El juego perverso de los otros datos, de la estrategia de los abrazos y no balazos, los mensajes de que se porten bien porque a su mamá no le va a gustar, o aquello de que los cuidamos porque son seres humanos; constituyen el caldo de cultivo para la explosion de la violencia.
Todo ese conjunto de situaciones, con las que se pretende matizar la cruenta realidad de los asesinatos diarios, hace suponer que hay un pacto del gobierno con ciertos grupos de la delincuencia.
La burla a la que se ha sometido al ejército y a la misma guardia nacional es intolerante. Ponerlos en las calles, pero con la orden de no actuar en el cumplimiento de su deber protector de la vida y los bienes de los ciudadanos, es un acto criminal en sí y un vil engaño a los ciudadanos, que confían en que la autoridad está de su lado para defenderlos.
Las acusaciones de miembros del congreso norteamericano, en el sentido de que el gobierno del presidente López Obrador, ha cedido extensos territorios a la delincuencia, no es cosa menor, cuando además, curiosamente las relaciones de cooperación con la DEA, se han visto trastocadas con el cierre de las unidades de investigación de la agencia antinarcóticos en nuestro país.
Adicionalmente están las acusaciones de que por lo menos en las elecciones del año pasado y las recientes del cinco de junio, hubo participación de la delincuencia, de forma tan visible que nadie puede desmentir tales acusaciones.
La irrupción del pasado martes de un grupo armado en las calles de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, es una muestra de lo caliente que está el ambiente de la justicia y la violencia en el país.
De hecho, con casi 4 años, el gobierno actual ha rebasado las cifras de los gobiernos anteriores desde Carlos Salinas hasta Enrique Peña.
La violencia está afectando la economía, la vida de los mexicanos y sin embargo, al gobierno obradorista parece importarle más sus asuntos electorales, como ganar más elecciones estatales y controlar una sucesión adelantada irresponsablemente por el presidente, que faltando a su cargo, se asume como jefe del partido que creó en 2015.
Todo México puede ver qué las guerras desde el poder, apenas están empezando entre los grupos de quienes han sido tocados por la palabra del mesias, para convertirlos en aspirantes a la presidencia.
Aprovechando el cargo y ciertos recursos del erario, están lanzados haciendo campaña adelantada, cada fin de semana.
Viven una realidad virtual, cuando faltan a la responsabilidad en su encargo, cuando se lanzan a hacer campaña y violentan la ley electoral, a sabiendas de la impunidad de la que gozarán en todo momento.
Aspiran y suspiran, mientras la violencia hace escarnio de la sociedad, entre asesinatos de miembros de bandas contrarias, civiles atrapados en el fuego cruzado, los asesinatos de periodistas, activistas y de familias enteras, en cualquier lugar a plena luz del día. Lo mismo cerca de escuelas, que en centros turísticos, hoteles o restaurantes.
Desde el principio, el mensaje del gobierno en cuanto al manejo del combate a la inseguridad, fue peligrosamente tendencioso, como si fuera un permiso tácito, para realizar actividades fuera de la ley.
La sociedad enfrenta un gran riesgo, porque no está segura en ningún lado, sintiendo que no cuenta con la protección de las autoridades. Se respira un vacío de gobierno,lo mismo en el municipio, que en el estado y en general en todo México.
Por simple lógica,, ha llegado el tiempo en que el presidente López Obrador, debe enfrentar los resultados de su gobierno. La sociedad está ya, en posiblidad de evaluar la conducción del país, con el programa de gobierno denominado, la cuarta transformación. Ya no valen los otros datos, ni las culpas a los anteriores gobernantes, solo la tarea y los resultados de quienes han ejercido el gobierno en casi 4 años.
Lo cierto, es que es muy difícil construir el progreso del país, desde el encono y la polarización practicada por el presidente de la República, la cual se réplica en todos los niveles de gobierno, dónde morena se ha alzado con el triunfo.
Vision 1 Carlos Merino, gobernador interino de Tabasco, está en la lista del INE, por desvío de recurdos, con motivo de las campañas del pasado 5 de Junio. En el congreso local ya preparan el show para la defensa a ultranza. Que cosas de la 4T.