A pesar del esfuerzo estatal por pacificar Chiapas, en ese municipio persisten señales de desgobierno.
TAROT POLÍTICO/Amet Samayoa Arce
Violencia, accidentes, desatención al pueblo y desgobierno resultan ser el pan de todos los días en Ocosingo, aún en víspera de la llegada del gobernador Eduardo Ramírez Aguilar. El lunes pasado hubo de todo tipo de problemas mientras la alcaldesa, Manuela Angélica Méndez Cruz, al parecer se distraía ocupada en actividades de futurismo político. Como ya hemos mencionado en otras entregas, en ese municipio, el más grande del estado, lo que ocupa y preocupa a la actual presidenta municipal es dejar a un sucesor que pueda taparle el desorden administrativo que tiene, además de seguir “tentando” los casi 4 mil millones de pesos de presupuesto en el trienio y, para ello, estratégicamente busca favorecer al subsecretario de gobierno, Jesús Alberto Oropeza Nájera. Aunque el gobierno de la Nueva ERA se ha propuesto pacificar el estado en su totalidad, parece que la alcaldesa Angélica Méndez no ha copiado la señal, pues el pasado lunes hubo un asalto a mano armada a una tienda de telefonía celular, una mujer fue apuñalada en la colonia 20 de noviembre en la cabecera municipal, y un motociclista se estrelló en un montón de escombros que el mismo Ayuntamiento dejó en una avenida. Lo más grave de toda esta situación es que la policía municipal brilla por su ausencia para prevenir delitos, tal y como legalmente están establecidas sus funciones. Se podría considerar que con el dinero público se financian todo tipo de actividades, menos la protección y seguridad de la sociedad ocosinguense.
La ahijada del Güero Velasco
La verdad es que el desempeño de la alcaldesa, por cierto ahijada de Manuel Velasco Coello, alias El Negociante y el ex gobernador considerado uno de los más corruptos de la historia política de Chiapas, dista mucho de las expectativas que la población tiene en materia de seguridad y desarrollo. De hecho, algunos se empiezan a preguntar en donde se invierten los recursos presupuestales, que no son pocos, pues superan los 3 mil 900 millones de pesos y no se ve, por ninguna parte, que se haga algo a favor del progreso de Ocosingo. De hecho, habitantes del lugar han criticado fuertemente que el 10 de mayo la alcaldesa ni siquiera se acordó que era el Día de las Madres, toda vez que no festejó esa fecha con las mujeres que laboran en el Ayuntamiento y mucho menos con quienes habitan en las diferentes colonias, rancherías y poblados de ese lugar. Vaya, ni siquiera les envió un mensaje de felicitación videograbado.
Se olvidó del Día de las Madres
Si así estuvieron las cosas un día antes de la visita del jefe del Ejecutivo estatal, no podemos ni siquiera imaginar cómo sufren los habitantes de Ocosingo cotidianamente, ya que con esa tarjeta de presentación de la alcaldesa, es seguro que desde su llegada al puesto no ha hecho nada trascendente para mejorar la calidad de vida del pueblo. Se comenta, de igual manera, que presumiblemente quien tiene metidas las manos en el Ayuntamiento es Roberto Rubio, testaferro de Manuel Velasco, padrino de la actual alcaldesa y compadre de Antonio Méndez, padre de la señora presidenta.
De Tarot y Adivinanza
El ex alcalde de Ocosingo, Gilberto Rodríguez De los Santos, seguramente no durmió anoche ni dormirá en los próximos días-semanas-meses y años y, de colofón, ya debe descartar su aspiración de volver a manejar los casi 4 mil millones de pesos del municipio más grande de Chiapas. “Te portas mal, andas golpeando a la presidenta, pagando ahí para las redes sociales, ten cuidado, eh”, sentenció El Jaguar al Conta Gil, y aún no ha rugido. Ni hablar, tendrá que refugiarse en las faldas del municipio de Jiquipilas … Servidos.
