El presidente intentó frenar protesta del pasado domingo con promesas y publicidad.
Óscar Ballinas/Ultimátum
El aún presidente municipal de Tapachula, Arón Yamil Melgar Bravo, vivió mes y medio de angustia por una convocatoria ciudadana que circuló en redes sociales para realizar una marcha este domingo 25 de mayo a las 10:00 de la mañana.
Desde que se hizo pública la convocatoria, el edil emprendió una estrategia de contención: ofreció declaraciones a medios, contrató espacios publicitarios en radio, televisión, prensa escrita y redes sociales. El sábado 24, en víspera de la protesta, convocó a sus líderes incondicionales para que persuadieran a los colonos de no participar, a cambio de obras y prebendas.
Se comenta que también envió a algunos de sus secretarios a repartir recursos, buscando desactivar cualquier intento de movilización por parte de líderes sociales, representantes de colonias y comunidades.
Incluso organizó un evento en el deportivo de la colonia Indeco, donde reunió a algunas colonias y anunció “500 obras” que promovió desesperadamente, a siete meses de iniciada su cuestionada administración.
Fueron cinco semanas de tensión para el edil, quien —según versiones internas— llegó a irritarse con su equipo, reclamando la falta de respaldo público ante la ola de críticas.
La presión en redes sociales fue tal que Yamil Melgar y su círculo cercano pasaron días especulando sobre los posibles convocantes. En su afán por hallar culpables, se enemistó con diversos actores políticos. Primero señalaron al exdiputado de Morena, Isidro Ovando; luego, apuntaron al diputado local Fredy Escobar. Más tarde, acusaron a la diputada federal Rosy Urbina Castañeda, y hasta al empresario Jesús Domínguez. Otros nombres que salieron a relucir fueron José Luis Elorza y miembros del llamado “Grupo Motozintla”.
Lo que esta situación evidenció fue la falta de operadores políticos y la improvisación del actual gobierno municipal.
Finalmente, este domingo se conoció la verdad: no fue ningún actor político, sino un grupo de aproximadamente 50 ciudadanos quienes convocaron a la marcha con el objetivo de exigir la revocación de mandato. Yamil Melgar vivió todo ese tiempo espantado, angustiado e iracundo.
Mientras tanto, temas de fondo como la recolección de basura, la escasez de agua potable, la inseguridad, la falta de obras, las fugas de drenaje, el abandono de mercados y el crecimiento desmedido del ambulantaje, se mantienen pendientes.


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