Familias desplazadas no confían en que sus comunidades sean seguras para volver.
Alfredo Pacheco/Ultimátum
Aunque las cifras han disminuido, en Tuxtla Gutiérrez y otras ciudades de Chiapas aún persisten familias en situación de desplazamiento forzado, informó el padre Gilberto Hernández García, asesor de la pastoral social de la Arquidiócesis de Tuxtla y director de la organización humanitaria Cáritas de Tuxtla.
En entrevista, detalló que, si bien la atención humanitaria ha bajado considerablemente tras las acciones de pacificación implementadas por el actual gobierno estatal, el fenómeno no ha cesado. “Atendemos a menos personas que durante los momentos más críticos del año pasado, pero sigue habiendo una presencia significativa de desplazados en la ciudad”, afirmó.
El sacerdote explicó que muchas de estas personas no desean regresar a sus comunidades de origen, pues consideran que no existen aún las condiciones de seguridad necesarias. “Nos dicen que todavía tienen miedo, que no confían en que la situación haya cambiado de fondo”, añadió.
La mayoría de estas familias proviene de comunidades que enfrentaron episodios de violencia intensa en el sexenio anterior. Actualmente, muchas se encuentran asentadas en San Cristóbal de Las Casas y en municipios cercanos a la capital, como Berriozábal y Ocozocoautla.
Hernández García precisó que Cáritas de Tuxtla brinda apoyo directo a unas 30 familias en esta condición, un número mucho menor en comparación con las más de 200 que atendieron durante la fase más aguda de desplazamiento forzado entre 2023 y 2024.

Discussion about this post