Daniela León forjó su marca desde cero con perseverancia y pasión.
Eric Ordóñez/Ultimátum
Daniela León, creadora de la marca Danicornio, fue la invitada especial del programa Zona Millennials, conducido por Alondra Aguilar y transmitido a través de Diario Ultimátum. En la emisión, compartió su experiencia como joven emprendedora chiapaneca que, a lo largo de más de una década, ha transformado su arte en un proyecto consolidado de joyería y diseño con identidad propia.
A través de su firma, que nació hace 12 años, León ha desarrollado piezas de joyería artesanal hechas con arcilla polimérica y, más recientemente, ha incursionado en el diseño de bolsos con temáticas divertidas y únicas, como el emblemático bolso con forma de elote. Su propuesta combina creatividad, cultura pop y amor por los detalles. “Todo está hecho desde cero, uno por uno, a mano”, subrayó.
Daniela recordó que el camino del emprendimiento no ha sido fácil. En sus inicios, se enfrentó a la carga total del proyecto: desde la producción hasta la fotografía, ventas, redes sociales y distribución. Con el paso del tiempo, y gracias al apoyo de su pareja, ha logrado consolidar un equipo de dos personas que divide tareas según sus habilidades. “Él es muy paciente y detallista; yo soy más de la parte creativa”, explicó.
Uno de los mayores desafíos que ha enfrentado ha sido aprender a organizar sus tiempos. Reconoció que como emprendedora, al no tener horarios fijos, cayó en jornadas extenuantes que afectaron su salud. Actualmente se establece horarios y metas diarias para mantener el equilibrio entre el trabajo, la creatividad y su bienestar personal. “A veces creemos que por ser nuestros propios jefes tenemos más tiempo, pero no es así”, afirmó.
Frente a los bloqueos creativos, Daniela confesó que su estrategia ha sido retirarse un día completo a la naturaleza. Caminar, estar en silencio y alejarse del ruido digital le ha permitido reconectarse con su esencia y regresar a su taller con ideas frescas. «Después de una expo o de estar mucho en redes, necesito regresar a mi centro», explicó.
En la entrevista, también abordó la importancia del posicionamiento en redes sociales para su marca. Compartió que el crecimiento de Danicornio fue orgánico, especialmente en Facebook e Instagram, pero ha aprendido que la constancia en contenido es clave para mantenerse visible. Los reels donde muestra el proceso de creación han sido fundamentales para conectar emocionalmente con su audiencia. “Les da calma ver cómo trabajo, y a mí también me da paz hacerlo”, dijo.
Sobre el crecimiento del negocio, Daniela explicó que su mayor limitante ha sido la producción, ya que cada pieza requiere tiempo y detalle. Aun así, ha logrado expandirse y posicionarse en ferias, expos y puntos de venta como Casa Pink, en Tuxtla Gutiérrez. También ofrece pedidos personalizados y recomienda solicitarlos con al menos 15 días de anticipación para joyería y un mes para bolsos.
Durante la pandemia, Danicornio resistió con fuerza. Aunque muchas marcas cerraron o pausaron, ella optó por continuar. “Nos adaptamos a la situación y seguimos. Nos gusta esto y sabemos que con esfuerzo viene la recompensa”, contó.
A las y los jóvenes que desean emprender, Daniela los animó a perder el miedo y comenzar con lo que tengan. Subrayó que no se necesita capital enorme ni conocimientos profesionales en redes sociales para empezar. Lo esencial, dijo, es amar lo que uno hace, tener paciencia y ser perseverante. “No se trata de comerse el mundo en un día, sino de hacerlo paso a paso, con constancia. Si lo haces con amor, se nota y la gente lo reconoce”.
Dani León se ha convertido en un ejemplo de cómo el arte, la disciplina y la autenticidad pueden construir un proyecto exitoso desde Chiapas. Su mensaje final fue claro: atreverse es el primer paso para descubrir el poder de transformar la pasión en una forma de vida.

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