Afirmó que la salida de familias del ejido Sabinalito está ligada al grupo delictivo “El Maíz” y a procesos penales de sus integrantes.
Eric Ordóñez/Ultimátum
En los últimos días, el Instituto Guatemalteco de Migración confirmó que desde el 10 de agosto se registró el arribo de familias mexicanas desplazadas por la violencia en Chiapas hacia el departamento de Huehuetenango. De acuerdo con la institución, alrededor de 100 personas fueron alojadas en la Escuela de la Aldea Guailá, en el municipio de La Democracia.
La dependencia señaló que el resguardo se llevó a cabo con apoyo del Ministerio de la Defensa Nacional, la Gobernación Departamental de Huehuetenango y la municipalidad local. Habitantes de la comunidad se convirtieron en un punto de acogida para las familias provenientes de México.
Sin embargo, el gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, negó la existencia de desplazamientos forzados en la entidad. En un pronunciamiento público, afirmó que el caso de las personas que salieron del ejido Sabinalito, municipio de Frontera Comalapa, estaba vinculado a antecedentes de violencia generada por un grupo delictivo identificado como “El Maíz”, que en administraciones pasadas operaba en la región fronteriza.
El mandatario sostuvo que algunos familiares de los desplazados enfrentaban procesos penales y que el líder de dicha organización, conocido como “El Colocho”, permanecía con impunidad en Guatemala. Agregó que su gobierno mantenía mesas de paz en la zona y que las condiciones actuales garantizaban tranquilidad y paz social.
Ramírez Aguilar insistió en que la delincuencia organizada buscaba desacreditar la estrategia de seguridad implementada en Chiapas. “Niego categóricamente ese hecho, pues hemos visitado y llevado a cabo nuestras mesas de paz en la región”, señaló. El gobernador aseguró que su administración actuaría en el marco de la legalidad y la transparencia.

Discussion about this post