El Tribunal Electoral del Estado de Chiapas presentó el “mazo morado”, elaborado por artesanas chiapanecas, como símbolo de la lucha por la igualdad en los derechos político-electorales.
LO QUE NO SE NOMBRA, NO EXISTE/Gely Pacheco
En 2013, la Suprema Corte de Justicia de la Nación publicó la primera edición del Protocolo para juzgar con perspectiva de género. Este documento nació como respuesta a las medidas de reparación ordenadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en casos como Campo Algodonero. Se trató del primer ejercicio institucional de reflexión para orientar en la forma de resolver casos donde el género juega un papel trascendente.
Asimismo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación publicó en el 2022, la primera Guía para Juzgar con Perspectiva de Género en Materia Electoral para dotar de mecanismos a las personas que imparten justicia electoral. En la actualidad, la perspectiva de género es un principio transversal que debe ser aplicado en todas las materias jurídicas. Sin embargo, aún se presentan muchos tipos y variedades de obstáculos que siguen siendo estructurales, culturales y formativos. Es decir, el mayor obstáculo sigue siendo el ideológico.
Por ello, es importante los recordatorios como el mazo morado en los tribunales, un gesto simbólico y un símbolo que ha propuesto, la Presidenta del Tribunal Electoral del Estado de Chiapas (TEECH), Magaly Arellano. ¿Por qué disruptivo? Cuando pensamos en tribunales, en justicia; la primera imagen que acude a la mente es la de un espacio solemne, formal y que durante siglos fue masculino. Además, es importante recordar que estos espacios cuentan con símbolos heredados de tradiciones jurídicas ajenas: la toga, la balanza y, por supuesto, el mazo. Ese objeto solemne y contundente que dicta silencio y orden, ha sido elaborado por compañeras artesanas chiapanecas y representará la lucha de las mujeres por la igualdad en los derechos políticos-electorales, integrando la riqueza cultural del estado y reafirmando el compromiso del TEECH con procesos democráticos libres de violencia y discriminación.
Golpes contra el patriarcado
El “mazo morado” es más que una campaña institucional: es un acto político y cultural que reúne dos lenguajes potentes. Por un lado, el mazo como representación universal de la autoridad judicial; por el otro, el morado, color de la lucha feminista y la igualdad de género. En ese cruce simbólico hay una declaración: la justicia electoral en Chiapas no puede ser ajena a la perspectiva de género, no se puede permanecer indiferente a la violencia política que viven las mujeres así como proteger sus derechos políticos y electorales. Un mazo morado golpea para dictar orden y dignificar su participación.
Sin embargo, como ocurre con todo símbolo, su fuerza no puede agotarse en lo visual. Me alegra saber que viene respaldado de más acciones en formación y sensibilización para estar pendientes. Quisiera recordar también cuando colectivas feministas le entregaron un bastón de mando que fue elaborado por artesanas de San Pedro Jocotipac a la entonces presidenta electa, Claudia Sheinbuam, un acto- ritual que la legitimaba no solo como autoridad política, sino como heredera de una memoria de lucha. Así también, el mazo morado se levanta como un recordatorio y una promesa: que la justicia electoral debe estar al servicio de todas y todos, pero especialmente de quienes han sido históricamente excluidas.
Un compromiso de hoy
También es importante recordar que la justicia electoral ha sido, de hecho, una de las áreas donde la aplicación de la perspectiva de género ha sido más visible y ha transformado profundamente por lo menos en la última década a nuestro país.
Entonces, la campaña de Magaly Arellano tendrá que entenderse como una narrativa que articula tres tiempos: la memoria histórica de las mujeres que abrieron brecha en la justicia electoral; la visibilidad actual de su presencia y liderazgo en los tribunales; y la proyección de un futuro donde la democracia paritaria sea libre de violencia.
Porque al final, lo que no se nombra no existe. Y hoy, en Chiapas, el mazo morado golpea la mesa para recordarnos que sin mujeres no hay democracia, y sin igualdad no hay justicia.
Contacto: pacheco.gely@gmail.com


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