Piden la intervención de autoridades municipales y de Protección Civil.
Carlos Trujillo/Ultimátum
Un árbol de mango dentro de una primaria cercana al Mercado San Juan de Tapachula, mantiene en zozobra a maestros, estudiantes y padres de familia, ya que sus ramas enredadas en cables de alta tensión representan un riesgo latente para más de 500 alumnos.
El director del plantel denunció que, pese a múltiples oficios y solicitudes, las autoridades municipales y de Protección Civil han ignorado el problema durante años.
“Ya llevamos siete años insistiendo. Lo hemos pedido en todas las administraciones. Incluso la maestra Rosa Urbina, cuando fue presidenta, dijo que enviarían apoyo, pero nunca hicieron nada. Solo llegan cuadrillas a dar indicaciones y piden que nosotros paguemos camiones de volteo. Protección Civil tiene los recursos, pero no actúa”, reclamó.
El riesgo se agrava con las lluvias de temporada: la tierra se ha reblandecido, los cables están expuestos y las ramas húmedas del árbol conducen electricidad. “Ya se sienten toques en la base. Si un niño llegara a sufrir una descarga sería una tragedia. Tenemos 508 alumnos en los dos turnos y todos los días pasan mojados entre charcos. No podemos seguir así”, advirtió el director.
