Miguel Ángel Buitrón/Ultimátum
CÁRDENAS
Alejandro Bolaina Pérez, de 15 años y con cáncer en la sangre, se convirtió este miércoles en “Soldado Honorario”, quien recibió la distinción especial del teniente coronel de Infantería Jorge Luis Cigarroa Durán, segundo comandante del 57 Batallón de Infantería.
Aunque la felicidad que sintió al ponerse el uniforme marcial, no se reflejó en su endurecido rostro, Alejandro disfrutó cada momento que vivió en la explanada.
Y es que este joven es un sobreviviente de la vida, de la familia y ahora de la leucemia. Él es de escasos recursos y vive en el ejido José María Pino Suárez, Cunduacán, a 15 kilómetros de Tulipán.
Aún no empezaba a sorber de la leche materna, cuando su progenitor abandonó a su mamá y nunca volvieron a saber de él. Landy Cristell Bolaina Pérez, madre de Alejandro, trabajaba como administrativa en una gasolinera de donde la hicieron renunciar, pues desde hace tres años viaja al Hospital del Niño, dos veces por semana, para las atenciones médicas del menor y sus quimioterapias.
La señora hace frente a los gastos que la enfermedad conlleva, vendiendo tamales, por las tardes y perfume por la mañana, y además lidiando con el humor del pequeño, pues la enfermedad y las quimioterapias alteran su temperamento. No es para menos, en el hospital en donde lo atienden, ha visto morir a otros niños, también de cáncer.
Pero hoy fue diferente. Alejandro recibió honores, le entregaron el reconocimiento como soldado honorario, le mostraron el equipo de transmisión que usa el ejército, además de la ambulancia, las patrullas y hasta la hummer.
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