Mario Gómez y González
chayogomezg@hotmail.com
En la antigua Roma, el poeta Juvenal escribió en uno de sus versos una expresión que dice: “Panem et circenses”. Esta frase que significa pan y circo, hacía alusión a la costumbre de los emperadores romanos de regalar trigo o entradas al legendario circo romano para distraer la atención del pueblo de los cruciales problemas sociales o conflictos políticos que azuzaban en su momento.
Y es que, en la Roma imperial, los emperadores recreaban al pueblo con grandes y repetidas fiestas. Lo que hoy es el Coliseo fue mandado construir en el año 72 D.C. para celebrar una serie de fastuosas fiestas y espectáculos que duraron 100 días en su inauguración, en ese lugar, leones y gladiadores servían de diversión a una sociedad altamente estratificada, donde predominaba el control y sometimiento de los esclavos, con exclusión, miseria y total ausencia de derechos del pueblo, mientras los emperadores vivían con excesos, riquezas y movidos por la ambición de poder.
La frase de “al pueblo pan y circo” tiene, pues, más de 2 mil años, y el propósito es mantener controlada y enajenada a una sociedad sojuzgada, donde quienes gobiernan tienen el poder absoluto y viven con lujos excesivos. Personajes como Julio César, cuyo objetivo principal era incrementar su poder, le daban circo al pueblo y muchos espectáculos con el propósito de mantenerlos contentos en su miseria. Julio Cesar, por cierto, fue el primero que se hizo llamar dictador, instalándose como mandatario absoluto en Roma.
Hace unos cuantos días y, en una de las clásicas mañaneras, el presidente tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, por cierto, decía auto vanagloriándose, que “estaba por los 300” (cuando antes decía que por los .400)—¿qué estará pasando, que su “porcentaje”, ya bajó y él mismo lo reconoce? – por lo que fue inevitable, traer el tema de los Olmecas de Tabasco que, entre la clase política y gente pensante, ya genera suspicacias.
Más allá, queremos pensar, de los actuales resultados del paso del equipo cabezón en esta temporada de la liga mexicana, todo hace pensar que, ante la falta de resultados de la presente administración estatal tabasqueña de la Cuarta Transformación (4T), en sus segmentos federal, estatal y municipal, ya tienen listo un distractor efectivo para que los tabasqueños, sigan “durmiendo”.
Este distractor son, precisamente los Olmecas de Tabasco, ya que por primera vez unos 7 u 8 de sus jugadores, incluidos los que conforman su cuerpo técnico, fueron llamados a participar en el reciente Juego de Estrellas, celebrado en Monclova Coahuila; aunque esto pareciera no ser novedoso, ahora resulta que Tabasco será la sede del juego de estrellas en el año 2023.
Pero, además de estas cosas raras, el equipo de beisbol, está gastando muchísimo dinero en esta campaña, al grado de haber contratado a un ex grandes ligas, como el Kunfú Panda, Pablo Sandoval (que cobra en dólares y bastante bien) y jugando como local en el estadio “Tumba Pato” de Macuspana (¡¡¡ah, ya caigo!!!), donde las entradas han sido pobres y varios partidos suspendidos por lluvias (Macuspana, es municipio de la zona serrana).
Cómo que “alguien” le encargó al señor Carlos Bremer, propietario de las empresas “Value” y fuerte inversionistas del equipo local, hacer hasta lo imposible, a fin de que Los Olmecas de Tabasco, sean ese distractor que le urge al gobierno de la 4T, para seguir pasando desapercibido en sus fallas, errores y pésimos resultados.
Porque ahora resulta que en el próximo año (2023), año preelectoral (ojo), Tabasco será sede del juego de estrellas y con ¡! ¡¡Estadio Nuevo!!, en esta ciudad capital y construido por la SEDATU, que es dirigida por Román Meyer Falcón (plenamente identificado en materia de “negocios” con Andrés “Andy” López Beltrán), hijo de ustedes “ya saben quién”.
Ojalá y que esta obra del nuevo parque de beisbol, al cual le quitarán el nombre, no sea de la calidad con la que la Sedatu hace las obras en Tabasco, donde todas se les caen y no aguantan ni entrega, verbi gracia, los malecones en varios puntos (colonia Las Gaviotas) y uno que otro “puente”.
Es cierto, también, y siguiendo con los distractores (pan y circo) para los tabasqueños, el venidero año 2023, tendrá una nueva versión de la Feria de Tabasco, cuando precisamente, la difusión turística de la entidad no existe; la inflación y la falta de circulante, aunado al desempleo asfixiante, jugarán en contra de la chocada.
Cierto que a la gente le agradan los espectáculos, como el beisbol y la feria, que para muchos es una ilusión; pero se ve a leguas que este estilo cirquense y populista de hacer política, para mantener callado y sumiso a la gente, no es lo que los tabasqueños demandan; puesto que la paisanada merece estatura política de sus gobernantes, compromisos y acciones efectivas de quienes gobiernan.
En La Línea de Fuego** Los tabasqueños exigimos y requerimos acciones y pasos ciertos que garanticen que tendremos una mejor entidad; no está Tabasco, ni mucho menos los tabasqueños, para que le den pan y circo; ya no vivimos en el Imperio Romano, con todo y que siga predominando una mayoría de ciudadanos empobrecidos, excluidos, con empleos de mala calidad, con servicios insuficientes, contrastado con gobernante encumbrados que viven en la abundancia y con excesos.
En La Línea de Golpeo** Tabasco es el primer lugar en desempleo; ocupamos los últimos lugares en todo lo bueno y los primeros en todo lo malo; Frente a estos problemas lo que demandamos no son emperadores ni circo, ni se debe repetir la formula del Imperio romano de mantener enajenado y sojuzgado a un pueblo con grandes fiestas y espectáculos.
Los Malosos** El ejercicio y las acciones de gobierno en la actualidad requiere de visión, compromiso y acciones encaminadas a erradicar la corrupción, la improductividad, la falta de trasparencia, la opacidad, los subejercicios, el dispendio, la desigualdad y exclusión social, la carencia de servicios básicos, de empleos de calidad, etc.
Jaque Mate** Hace 2 mil años que el circo y las fiestas dejaron de ser la respuesta que el pueblo demanda de sus emperadores. Hoy ni emperadores ni circo nos hacen falta en Tabasco; queremos vivir bien y que nuestra entidad progrese, para que ahora sí, sigamos “macaneando” y estando por los 400 * es todo por hoy* hasta mañana Dios mediante.