Sí, como lo lee, el Ayuntamiento encabezado por el cada vez más desacreditado Ángel “El Caído” se asegura que se ha quedado sin dinero para cerrar el año en algo tan elemental como atención a la salud y la compra de medicinas.
TAROT POLÍTICO/Amet Samayoa Arce
No obstante a la de por sí nefasta administración del tabasqueño Ángel Torres Culebro, hoy se suma una desgracia más para los tuxtlecos y nos referimos a la salud pública municipal que está colapsándose. Sí, como lo lee, el Ayuntamiento encabezado por el cada vez más desacreditado Ángel “El Caído” se asegura que se ha quedado sin dinero para cerrar el año en algo tan elemental como atención a la salud y la compra de medicinas. Y la respuesta del gobierno municipal, se sabe que es simple, barata y peligrosa porque ha definido ir por las medicinas similares, que ni las farmacias quieren surtir. Lo dicen los propios proveedores de que no hay manera de responder a un abasto si no hay dinero.
Negligencia criminal
El problema no es solo presupuestal, es de negligencia criminal. Hoy, ni los trabajadores del municipio -más de cinco mil empleados- pueden contar con servicios médicos dignos. Ni siquiera en urgencias. Los médicos del Ayuntamiento, entre ellos quienes arriesgan el pellejo todos los días, se enfrentan a una crisis humanitaria disfrazada de austeridad. ¿Y qué hace “El Caído”? Nada o peor aún, sigue en la simulación grotesca. Las denuncias por corrupción le llueven, pero sus negocios van viento en popa con adjudicaciones directas y contratos inflados. Este nuevo golpe no es casualidad. Es el resultado de una administración sin rumbo, sin vergüenza y sin corazón en la era del gobierno humanista. Porque solo un político sin entrañas permitiría que la salud de sus trabajadores se pusiera en pausa mientras él sigue posando para las fotos en inauguraciones vacías, rodeado de cómplices y aduladores. Pregúntese usted: ¿qué espera Ángel Torres para irse de la presidencia? ¿Acaso pretende seguir cantando victoria mientras se hunde en sus propios errores? No se equivoque, su caída no será silenciosa, será estrepitosa porque a este paso no solo perderá la ciudad: perderá hasta la posibilidad de regresar a Tabasco tierra de “la barredora” donde nació se empoderó el grupo de Adán Augusto López Hernández.
De Tarot y adivinanza
Que no cante victoria “ El Caído”, porque los enfermos de hoy, los trabajadores humillados, y los ciudadanos sin medicina, serán los primeros en exigirle cuentas. Y eso, créalo, no lo podrá curar ni con medicamentos similares… Servidos.

