Diario Ultimátum festejó la trayectoria y cumpleaños de Juan Carlos Cal y Mayor, articulista y analista político reconocido por su mirada crítica y sólida formación académica.
Leonardo Gutiérrez/Ultimátum
En un ambiente de camaradería y reconocimiento intelectual, la familia de Diario Ultimátum celebró un año más de vida de Juan Carlos Cal y Mayor, articulista, analista político y autor que, en palabras del director general Amet Samayoa Arce, “toca los temas más fibrosos, más delicados, que no todos nos atrevemos a abordar, y lo hace con calidad analítica y una sólida formación académica”.
En un ambiente de camaradería y reconocimiento intelectual, la familia de Diario Ultimátum celebró un año más de vida de Juan Carlos Cal y Mayor, articulista, analista político y autor que, en palabras del director general Amet Samayoa Arce, “toca los temas más fibrosos, más delicados, que no todos nos atrevemos a abordar, y lo hace con calidad analítica y una sólida formación académica”.
Durante el convivio, Amet Samayoa Arce subrayó que Cal y Mayor se ha consolidado como una voz crítica indispensable en la escena pública chiapaneca, capaz de generar polémica desde la reflexión y el argumento, más allá de las pasiones coyunturales. “Hago votos para que Dios te dé larga vida, que sigas haciendo lo que te apasiona: escribir, comentar y acompañarnos en esta gran familia de Ultimátum”, expresó.
Visiblemente emocionado, Juan Carlos Cal y Mayor compartió que mantiene vigentes múltiples proyectos personales y profesionales, entre ellos su participación en ferias del libro y nuevas etapas creativas ligadas a la escritura y al análisis político. Reconoció su cercanía con el gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, de quien dijo percibir una genuina intención de trascender desde el ejercicio responsable del poder. Recordó, a manera de metáfora, la figura del emperador que se rodea de críticos para evitar aislarse en la adulación: “Cuando uno se rodea de halagos, pierde contacto con la realidad. De ahí la importancia de entender la crítica no con ánimo ofensivo, sino como un ejercicio necesario”.
Al hacer un balance de su trayectoria, Cal y Mayor afirmó que, aunque participó activamente en la política, siempre se ha asumido más como politólogo que como político, al no aceptar del todo las reglas tradicionales del juego. Sin convertir su mensaje en un informe, evocó su intervención en proyectos de rescate patrimonial, como la recuperación del inmueble Francisco I. Madero, ejemplo de arquitectura Art Déco en Tuxtla Gutiérrez, que durante años permaneció en abandono. Subrayó que su interés ha sido dejar huella a través de acciones concretas y no sólo desde la crítica escrita.
La familia Ultimátum refrendó su reconocimiento a Juan Carlos Cal y Mayor como una pluma libre, incómoda y necesaria para la discusión pública, cuyo aporte intelectual contribuye a mantener vivo el debate democrático en Chiapas. Entre aplausos, buenos deseos y proyectos compartidos, el festejo concluyó con el compromiso mutuo de seguir impulsando un periodismo crítico, analítico y cercano a la ciudadanía.

