Oswaldo Chacón cumplirá un año al frente de la UNACH, periodo en el que se consolidó como una figura influyente del ámbito académico y político de Chiapas.
BALANZA LEGAL/Rodolfo L. Chanona
El próximo 06 de diciembre del año 2025, se cumple un año que Oswaldo Chacón Rojas, asumió la rectoría de la Benemérita Universidad Autónoma de Chiapas, mismo que ha logrado situarse, como una de las figuras públicas más influyentes del panorama académico estatal, con una capacidad política que trasciende los muros universitarios.
A su llegada a la rectoría de la UNACH, inició un proceso de reordenamiento institucional que lejos de limitarse a la administración cotidiana, ha implicado un replanteamiento de la presencia de la UNACH en la vida pública y en el desarrollo social de Chiapas. En un estado donde las instituciones educativas suelen quedar atrapadas en inercias burocráticas, la UNACH ha experimentado un periodo de dinamismo que responde tanto a la visión política del rector, como a su experiencia en instituciones de participación ciudadana y trayectoria en políticas públicas; traduciéndose en una lectura sofisticada del papel que una universidad pública debe desempeñar en un estado profundamente desigual y con retos estructurales de largo aliento.
Chacón Rojas ha entendido que, la universidad no puede ser solamente un espacio de docencia y titulación, sino también debe ser un actor social, un generador de políticas públicas y un interlocutor confiable frente a los poderes del estado. Esa lectura estratégica ha sido determinante para reposicionar a la institución en el debate público.
Durante este primer año, el rector ha impulsado una agenda que combina gobernanza interna, expansión académica, fortalecimiento de la imagen institucional y apertura hacia los sectores sociales.
Uno de sus aciertos más visibles ha sido reconstruir las condiciones de confianza entre autoridades, docentes y estudiantes, un factor indispensable para estabilizar una universidad que venía de tensiones acumuladas. Su estilo político —institucional, pero cercano, firme, pero dialogante— ha permitido desactivar conflictos, encauzar demandas legítimas y establecer nuevas rutas de comunicación.
El impulso a la internacionalización, a la vinculación con organismos públicos y al fortalecimiento de la investigación ha sido otro de los ejes que explican el nuevo posicionamiento de la UNACH. La universidad ha ampliado su presencia en redes académicas, ha encabezado foros de alto impacto regional y ha proyectado hacia el exterior una imagen de modernidad y capacidad técnica que no se veía desde hace varios años. Este reposicionamiento no se ha limitado al discurso, toda vez que, ha venido acompañado de programas concretos que buscan actualizar planes de estudio, fortalecer la infraestructura universitaria y dignificar las condiciones de trabajo de la comunidad académica.
La figura pública de Oswaldo Chacón, ha crecido en paralelo al fortalecimiento de la institución. Su participación en debates nacionales sobre educación superior, su presencia en medios y su interlocución con autoridades federales y estatales, han dado a Chiapas una voz universitaria con peso propio.
En un entorno donde la política suele absorber o distorsionar los espacios académicos, el rector ha logrado moverse con equilibrio, manteniendo la autonomía universitaria como eje rector, pero sin renunciar a una postura activa frente a los desafíos sociales del estado.
Su liderazgo se aprecia también en la capacidad para ordenar normativamente procesos internos, rediseñar áreas estratégicas y proponer una visión universitaria de largo alcance, orientada tanto a la inclusión como a la excelencia académica. La UNACH comienza a recuperar un sentido de misión pública que la conecta con los problemas reales de la ciudadanía (desigualdad, justicia social, desarrollo sustentable y participación democrática).
El primer año de Chacón Rojas no está exento de desafíos. La profundidad de las transformaciones genera resistencias y aún existen áreas de mejora, desde la actualización de estructuras académicas hasta la ampliación del diálogo con sectores críticos. Sin embargo, incluso las tensiones internas han sido administradas bajo una lógica institucional que reafirma su liderazgo y su capacidad para construir acuerdos.
A doce meses de distancia, la rectoría de Oswaldo Chacón ha dejado claro que la UNACH no pretende ser un actor pasivo. Su reposicionamiento como referente académico y social es resultado de un ejercicio político inteligente, un proyecto institucional sólido y un liderazgo rectoral que ha sabido leer las necesidades de un estado complejo.
Así mismo, no podemos dejar de mencionar que, el pasado 01 de diciembre, la Benemérita UNACH fue reconocida por ser la institución de educación superior del país con más programas acreditados en calidad en 2025, entregando el Coordinador General de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), Miguel Ángel Tamayo Taype, 44 acreditaciones de programas educativos de 22 Unidades Académicas, en un evento realizado en el auditorio “Los Constituyentes” de la propia universidad.
En ese evento, el rector manifestó que después de más de 10 meses de trabajo, la comunidad universitaria alcanzó la meta que incluyó a 37 programas educativos de nivel licenciatura y 7 del Profesional Superior Universitario (PSU), sumando así, 78 programas educativos evaluables de la UNACH con reconocimiento de calidad, lo que representa el 100 por ciento de programas y matrícula en nuestro estado.
En tiempos en los que la educación superior enfrenta enormes desafíos, Chiapas cuenta nuevamente con una universidad que incide, dialoga, propone y resalta a nivel nacional, con un liderazgo político y académico rectoral destacable.
