El gobierno de Yolanda Osuna Huerta en el municipio de Centro es cada día más deficiente. De acuerdo a las cifras del INEGI, un 75.3 por ciento de la población considera que no tiene capacidad para resolver los problemas. Y cómo no la van a reprobar sus gobernados si ella misma confesó al inicio de su administración que habían más de 12 mil baches en la ciudad, los cuales se han multiplicado en los ocho meses que lleva su administración y nadie hace nada por dar mantenimiento a las calles.
Por ejemplo, en la colonia Gaviotas Norte, ahora que se llevó a cabo la remodelación del malecón Leandro Rovirosa Wade, la maquinaria pesada que se encargó de la obra despedazó totalmente las calles aledañas y las hizo intransitables. En la Zona Luz o centro histórico de Villahermosa ya no saben qué hacer los visitantes, comerciantes y automovilistas, porque la obra que realiza la Sedatu en el malecón Carlos Alberto Madrazo Becerra, del mismo calibre que la de Gaviotas, ha provocado un caos.
Las calles de los alrededores fueron demolidas y, por esa razón, tuvieron que bloquear el acceso a otras, de tal manera que para entrar y salir del centro es un verdadero problema. Los taxistas ya no quieren llevar a nadie para esa zona porque pierden mucho tiempo y merman sus ganancias diarias. Los hoteleros se quejan porque ahí se encuentran establecidos 12 negocios de hospedaje y, al no haber una circulación vehicular normal porque las calles están destruidas y bloqueadas, la clientela se desanima y ya no se alberga. Además, no asisten a consumir en bares y restaurantes de los mismos. Si hablamos de los servicios municipales éstos son una calamidad, porque las deficiencias en el suministro de agua entubada siguen igual o peor que con Evaristo Hernández Cruz, el antecesor de Yolanda Osuna, por cierto, del mismo partido Morena. Y la cereza del pastel son los índices de inseguridad, pues solamente tres de cada diez personas se sienten seguros, los otros siete no quieren salir de sus casas porque literalmente los asaltan a la vuelta de la esquina.
En su defensa la alcaldesa de Centro podría decir que esa tarea le corresponde a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en la capital del estado de Tabasco, pero si ella no se pone de acuerdo con Hernán Bermúdez Requena, titular de la dependencia, para elaborar un buen proyecto que dé certidumbre a la gente, entonces quién lo hará. Del alumbrado de las calles ya es mejor ni hablar, porque en las colonias hay avenidas convertidas en verdaderas bocas de lobo, donde hasta el más valiente se niega a transitar por temor, ya no a que lo asalten sino a que lo violen o le quiten la vida.
Lo cierto es que Osuna Huerta ha quedado a deber mucho a los habitantes de Centro en lo que va de su administración; sin embargo, puede corregir todavía el camino, pues le faltan dos años y medio para trabajar. Solo lo tiene qué hacer con eficacia, eficiencia y excelencia. Los gobernantes deben pensar más en dar buenos resultados que en su futuro político, porque pareciera que al enfocarse a dar el salto a un nuevo cargo se les olvida que si hacen bien su tarea en donde están, solitos van a ser promovidos por la gente.