La cúpula de la 4T cómo queso gruyer
Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz
Lucas 8:17
Alfredo A. Calderón Cámara
alfredocalderon1960@gmail.com
El gobierno del presidente López Obrador parece queso gruyere, está lleno de agujeros por todos lados. Apenas el sábado brotaron los miasmas del círculo íntimo, tres de sus personajes más emblemáticos se vieron aún más desfigurados de lo que ya están. Es un escándalo tras otro, escándalos que siempre provenían de afuera hacia adentro, ahora, la implosión se dio y acabo con la quinta y los mangos: es una verdadera batalla campal, una pelea de callejón donde la sangre corre a borbotones
La confesional escrita de Julio Scherer Ibarra publicada en el semanario Proceso contra Olga Sánchez Cordero y Alejandro Gertz Manero, arrasó con la escasa credibilidad que quedaba al fiscal general ¿Cómo le hará para sostenerlo el presidente López Obrador sin degradarse cuesta abajo él también? Nadie esta obligado a lo imposible, pero la necedad presidencial siempre hace hasta lo imposible para “lavarse la cara con agua sucia”. La carta publicada en Proceso da cuenta de ello, lacerando la piel interna que es donde más duele y donde brota el pus a borbotones
Intrigas dignas de una película de Quentin Tarantino: ilegalidades políticas y jurídicas, intrigas palaciegas, peticiones de favores ilegales en la cúpula de la 4T: Gobernación, FGR y Cámara de Senadores de las greñas entre acusaciones mutuas. ¡Gertz Manero renuncia ya no siente lo duro, sino lo tupido! ¡Olga Sánchez Cordero, simplemente ni sabe ni puede hacer política. Todo para ellos -según Scherer Ibarra- son negocios. Entre ellos han dejado al descubierto que no tienen ni escrúpulos ni llenadera
Usted puede estar de acuerdo o desacuerdo, pero, pobre México ¿Qué país van a dejar? Por escrito en Proceso, el exconsejero jurídico del presidente, Julio Scherer fue lapidario, acusó de manera directa a Olga Sánchez y Alejandro Gertz. No hay para donde hacerse, con su escándalo marcaron la agenda nacional y ensombrecieron la “magna inauguración del aeropuerto internacional Felipe Ángeles”. En lo dicho, la 4T no necesita enemigos, ellos mismos se degollan
Julio Scherer alega “acusaciones falsas”, chismes, dimes y diretes en su contra por parte de Olga Sánchez Cordero y Alejandro Gertz Manero, acusó además, “complicidades para manchar” su nombre y los ubicó como “extorsionadores” que valiéndose de la posición de poder, han ejercido venganzas personales y señaló los casos de Juan Collado, Cruz Azul, Viaducto Bicentenario, Gómez Mont y Álvarez Puga. Y dejó sentir el “dedo en la llaga” al decir: “La fiscalía no tiene contrapesos constitucionales y hoy es un peligro. No voy a cesar en la denuncia de sus atropellos”
Se le acaba el tiempo a López Obrador, urge que haga algo porque el país comienza a demolerse entre sus manos, lo delicado del asunto es que en todos los casos de escándalos mediáticos tienen metidas las manos sus amigos, los que su necedad le impide darles de baja, los del círculo íntimo. Y eso es lo que menos necesita López Obrador porque ahí no es culpa de los “conservadores” ni los enemigos del a 4T, sino es culpa del selecto grupo de amigos que hacen que de fea manera exhiben como se quiebra la cúpula de la 4T cómo queso gruyere
EL SEPTIMO SELLO
Nada le sale bien el presidente López Obrador, ayer que fue inaugurada una de sus magnas obras como gobierno de la 4T: el aeropuerto Internacional Felipe Ángeles -AIFA-, el arquitecto Francisco González-Pulido salió a cuadro al declarar que el diseño del AIFA fue distorsionado por el ejército al momento en que lo construyeron sin que lo tomaran en cuenta; dijo de manera contundente: “El AIFA que construyó el Ejército no es lo que yo diseñé”. Ahora bien ¿Qué tiene de bueno o malo dicho aeropuerto?
LA SEPTIMA TROMPETA
El AIFA, una de las magnas obras del sexenio nació anencefálica y fuera de tiempo, inició operaciones es cierto, pero sin que las aerolíneas mexicanas estén en condiciones de volar o abrir rutas hacia Estados Unidos desde dicho aeropuerto por carecer de certificación internacional, ya que en estos momentos la aviación civil mexicana se mantiene en categoría 2 por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos desde mayo del año pasado, hace falta una auditoría -que será hasta mediados de junio- para saber si la AFAC regresa a la aeronáutica civil a categoría uno
LA SEPTIMA COPA
Fernando Gómez Suárez, experto en infraestructura aérea fue terminante al ubicar el problema: “Si consideramos los 36 millones del año 2021 del número de pasajeros movilizados pues el 30% vendría siendo aproximadamente 12 o 14 millones de pasajeros, y eso ya estaríamos hablando de un punto de saturación del Felipe Ángeles y para entonces si estamos resolviendo una saturación de un aeropuerto saturando otro pues es que también quedó corto en cuanto a la capacidad de infraestructura”
Es decir: “Ni siquiera el 10% va a atender, no va a tener la capacidad para atender a 3.6 millones de pasajeros en el primer año porque con la proyección que están haciendo va a atender como a 800 mil pasajeros si bien le va; o sea, apenas está en niveles de movilización del aeropuerto de Puebla”. Dicho en otras palabras, esta magna obra del sexenio de López Obrador, más bien parece un aeropuerto de rancho. Pobre Peje, tanto poder y ni así da una buena. A sus órdenes al teléfono 9931925625