No es por el afán de molestar ni sistemáticamente estar en contra del régimen que encabeza Morena, pero Tabasco es primer lugar en todo lo malo y no destaca en nada bueno. Pareciera que el llamado edén del trópico ha pasado a ser la antesala del infierno por el mal gobierno que encabeza Carlos Manuel Merino Campos. Por más que se le busque no se encuentra información positiva qué destacar. En lo económico no hay mucha gente que se manifieste feliz, pues muchas empresas y comercios han tenido que cerrar porque las ventas se les han desplomado.
La escalada de precios en la canasta básica no se detiene y los habitantes de la entidad cada día compran menos cosas con más dinero. El poder adquisitivo ya no es poder sino debilidad adquisitiva. En desempleo se encuentra también en primer lugar. Por eso no repunta la economía, pues si la gente no cuenta con una plaza laboral no percibe un salario y si no recibe un sueldo se puede convertir en caldo de cultivo para la delincuencia.
En materia de salud el problema es grave, el estado del presidente Andrés Manuel López Obrador se ubica en primer lugar en dengue, una enfermedad que en los gobiernos conservadores y neoliberales, como se dice ahora, ya se había prácticamente erradicado. El informe del Panorama Epidemiológico de Dengue 2022 muestra que existen 317 pacientes infectados, de los cuales 228 no son graves; 75 presentan algún motivo de alarma y 14 se encuentran graves, pues fueron infectados por el famoso dengue hemorrágico. En algún momento Tabasco también se convirtió en el epicentro de la pandemia COVID-19 y, en este momento, atraviesa por una quinta ola de contagios que parece ser incontenible, al grado que se ha tenido que regresar al uso obligatorio de cubrebocas en el transporte público, lugares cerrados, plazas y centros comerciales.
Si nos vamos al asunto de seguridad, por lo menos hasta el mes de marzo Tabasco ocupaba el tercer lugar por cada 100 mil habitantes a nivel nacional en materia de feminicidios. Las estadísticas ubican a la entidad en el segundo lugar a nivel nacional en presuntas víctimas mujeres de homicidio culposo. Así lo reveló la información sobre violencia contra las mujeres que publicó el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana el 25 de marzo de 2022.
Y la cereza del pastel: en ese periodo Tabasco encabezaba la lista de las 10 entidades del país con peor percepción de corrupción, de acuerdo a un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO).
En el rubro de “Sistema político estable y funcional”, la organización destacó que el 91.8 por ciento de la población urbana de 18 años y más, consideró que las prácticas corruptas en el gobierno del estado “son frecuentes y muy frecuentes”, y hasta ahora no se sabe que esas cifras ya se hayan revertido. Esa es la realidad de Tabasco, el estado donde la población apoyó en 2018 con su voto a todos los candidatos de Morena porque creía que con tener a un paisano como presidente de México, a un gobernador del mismo partido y a todos los alcaldes y diputados, tanto locales como federales del mismo color, el estado iba a entrar en jauja, pero hasta ahora ha sido todo lo contrario.