COLUMNA ABC
Crystiam Estrada Sánchez/Ultimátum
Aprendamos a someternos al juicio de la ley, sobre todo cuando estamos acostumbrados a pedir y promover la justicia. Es fácil hablar de uno mismo y defender nuestras posturas, cuando en un problema legal o conflicto de cualquier índole nos encontremos, pero es importante aceptar la responsabilidad y consecuencias de nuestros actos, sin embargo, a lo que más se teme por pena o el qué dirán, es a ser señalados, a la burla y eso, ya debería de desaparecer de los seres humanos.No se debe tener miedo a nada, ni a nadie, solo a Dios, y debemos aprender y educar a nuestros hijos a ser honestos, aceptando las consecuencias de sus acciones.
Desde pequeños deberíamos educarlos en casa, para decir la verdad, para aceptar las cosas y acciones que hacen mal y daño a los demás, a no tener pena, sino a ser fuertes, hombres y mujeres transparentes; en vez de taparles sus faltas, no enseñemos a los hijos que lo mal que hacen debe ser escondido y ser cómplices de ellos, por eso cuando llegan a la edad adulta, no les gusta someterse al juicio de la ley y mucho menos les gusta y no aceptan que, otra persona pelee sus derechos contra las malas acciones que cometen.
Bandidos y malhechores creamos y formamos en casa, cuando a los niños les permitimos decir mentiras, robar al hermano, al padre o a la madre, golpear en casa a la familia, sentirse superior a los demás, lograr sus objetivos y metas aplastando la dignidad de los demás; es que no sólo se enseña eso con palabras y acciones, sino que además lo hacemos frente a ellos y crecen pensando y creyendo que eso, es lo correcto. Demos buen ejemplo a los hijos, no le digas “Di que no estoy”, “Agárrate ese dinero”, “No se darán cuenta”, “No le voy a pagar, porque me cobra”, “Me las va a pagar”, “Le haré lo mismo que me hizo” y otras frases más.
Lo correcto es, ser honestos en todos los aspectos de nuestras vidas y si tenemos hijos nuestras palabras deben coincidir con nuestras acciones, debemos ser ejemplo de nuestros hijos y de lo que no queremos padecer y que nos suceda. En familia podemos decidir cómo resolver los problemas y recibir un castigo, desde ahí debemos enseñar a los más chicos que, deben aprender a someterse al juicio de la ley.
Pocas personas comprenden esto, porque es difícil aceptar que hay culpas y se comenten errores, pero más difícil es aceptar que se toman malas decisiones y luego llorar a nuestros hijos en prisiones o en panteones.
Creo también, que el miedo y la burla es lo que más tememos los seres humanos, miedo a las autoridades, a que nos enjuicien mal, a que nos señalen, a que nos burlen, a ser expuestos, miedo, pero si no queremos sentir miedo y ser expuestos o sometidos un juicio legal, es fácil, respetemos a los demás, no tomemos malas decisiones, aprendamos a ser honestos y a no delinquir. Enseñemos a los niños y niñas, empecemos en casa.
Gracias a Dios por el trabajo, la familia, los amigos, la salud; gracias a usted estimado lector y lectora por su tiempo de lectura.
P.D. ¿Hay algo tan significativo para ti que incluso podría costar un peso, pero no lo venderías por cantidad alguna?