Los principales grupos en pugna echaron mano de todo lo necesario para llevar a sus representantes el mayor número de votos
Miguel ángel Buitrón/Ultimátum
CÁRDENAS
En la Asamblea de Morena para elegir a los Congresistas Nacionales, a la alcaldesa María Esther Zapata le gritaron traidora, mientras que el diputado Euclides Alejandro Alejandro demostró que tiene el control político de Morena en esta localidad y hasta el mando de la administración pública municipal. Miles de cardenenses y huimanguillenses acudieron este sábado al domo de la unidad deportiva Domingo Colín, a donde llegaron a camiones, autobuses y combis rentadas, algunos dirían, al viejo estilo priista. La cita era a las 10 de la mañana, en donde los morenistas votarían por las fórmulas que se organizaron previamente, tres de ellas del grupo del Secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, y las otras dos, del titular de Fonatur Javier May.
A pesar de los acuerdos entre los grupos adancistas y los de Javier May, hubo traiciones y hasta un “cochinero”, que terminó en una gresca en donde salió a relucir la violencia. Ahí es en donde el grito de traición contra la alcaldesa María Esther Zapata surgió, pues la acusaron de apoyar a la “tribu” contraría que la respaldó para llegar y mantenerse en la presidencia municipal. Fue así que el diputado Euclides Alejandro y su fórmula Mari Luz Velázquez Jiménez, del grupo de Javier May, obtuvieron la mayor cantidad de votos, imponiéndose sobre la gente del secretario de Gobernación, confirmándose el poder que tiene sobre Morena, a través del programa Sembrando Vida, y el control sobre el gobierno de Cárdenas que encabeza Mayte Zapata.
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