La producción de la red eléctrica está garantizada; hasta el momento las presas están en su nivel óptimo para afrontar la sequía
Damián Montes/Ultimátum
TGZ
A nivel nacional, Chiapas con sus cuatro grandes presas destaca en la generación de energía, pero también en sus sistemas de riego, a tal grado que ha suministrado a estados del norte del país, cuando han presentado una contingencia en la generación para el suministro de luz. Las presas La Angostura, Chicoasén, Malpaso y Peñitas, están bajo la jurisdicción de la Comisión Federal de Electricidad, pues se usan para la generación de energía eléctrica. Todas están sobre el Río Grijalva y son referente en el país, pues acá se genera más del 50 por ciento de la energía en México.
EL PROYECTO
Cabe destacar que, las cuatro centrales formaron parte del Plan Integral de Desarrollo del Río Grijalva, iniciativa impulsada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Comisión del Río Grijalva a mediados del siglo XX.
Este proyecto estuvo dividido entre las siguientes etapas: la primera, que abarcó la construcción de la Presa Malpaso o Nezahualcóyotl entre 1958 y 1966; la segunda, que contempló el proyecto hidroeléctrico La Angustura, obra que arrancó en 1969 y terminó en 1974; la tercera, cuyo objetivo fue la edificación de la hidroeléctrica Chicoasén en 1974, proyecto que originalmente se llamó “Cañón del Sumidero”; y la cuarta, que se tradujo en el levantamiento de la presa Peñitas en los años 80. De acuerdo con los diagnósticos de la CONAGUA (Comisión Nacional del Agua), INEGI e INE (Instituto Nacional Electoral), México tiene 1.471 cuencas hidrográficas agrupadas en 728 cuencas hidrológicas que juntas forman 37 regiones hidrológicas.
Según esta clasificación, en el territorio chiapaneco confluyen dos de estas regiones: la Costa de Chiapas, que incluye las zonas costeras de El Soconusco y El Despoblado, y la Grijalva-Usumacinta, misma que abarca las cuatro centrales hidroeléctricas antes mencionadas y las cuencas de los ríos Grijalva y Usumacinta. Las subregiones en que se localizan las centrales hidroeléctricas son: Malpaso (Meseta Central), La Angostura (Valle del Grijalva), Chicoasén y Peñitas (Vertiente del Mezcalapa). A lo largo de estas subregiones el Grijalva se ve obligado a pasar por espacios muy estrechos y angostos, de ahí la facilidad de construir grandes cortinas de concreto para embalsarlo. Por tratarse de un complejo separado de la costa pacífica por la Sierra Madre, no tiende a ser muy húmedo en cuanto al clima ya que tales elevaciones obstaculizan la entrada de la humedad proveniente del océano, quedando esta irrigada a lo largo de las Llanuras del Pacífico. Las dos represas de la cuenca baja – Malpaso y Peñitas – han jugado un rol importante como contenedores artificiales de las fuertes corrientes del río en tiempos de intensas lluvias. Sin embargo, cuando sus embalses han llegado a su máxima capacidad de contención, la liberación de esas aguas también suele alimentar las serias inundaciones en las cálidas llanuras costeras de Tabasco.
EL NIVEL EN 2023
Felipe Irineo Pérez, director general del Organismo de Cuenca de la Frontera Sur de la Comisión Nacional del Agua en Chiapas, detalló que, en estos momentos las cuatro presas se encuentran en un nivel óptimo. “Comisión Federal tiene dentro de sus proyectos en este año la reactivación de la obra Chicoasén II, para incrementar la generación de energía”, destacó. Respecto a la temporada de estiaje, consideró que para este 2023, no se verá afectado en el nivel de las presas, por los ríos que confluyen. Lo mismo ocurre, para los estados de Veracruz, Yucatán, Tabasco y Quintana Roo. “En Veracruz ocurre que, en algunos momentos han tenido un tema del desabasto de agua, pero ocurre por tener una población más grande”. Mientras que, en Chiapas en la temporada de estiaje, puede ocurrir escasez de agua, pues utiliza en mayores cantidades en esta época, pero no se resiente como en otros estados. Al ser un estado generador de energía eléctrica se creó para Chiapas, un vocal ejecutivo encargado específicamente del control de las presas para la turbinación. “A través de reuniones, entre el vocal, la CFE, la CENAPRED, analizan la turbinación y todo va con base en la producción de energía, siempre llevando el control, pues existe una curvatura de la cual no se debe pasar y en cada presa debe ser el nivel mínimo que debe trabajarse”, dijo. Fue a partir de la creación de la Comisión del Grijalva, en la presente administración federal, que se ha optado incluso trabajar por debajo de este nivel de la curva guía, con el fin de que, al momento de la temporada de lluvias, no se acumule mucha agua, y sea necesario turbinar más.
Explicó que, con el desfogue de la presa Peñitas, se afecta al vecino estado de Tabasco, por ello se ha tomado esta medida para que las presas en temporada de lluvias tengan una buena capacidad de embalse. “Eso funcionó el año pasado. Se controla la turbinación a través de Peñitas, que va hacia la planicie tabasqueña. Actualmente se está desfogando 600 metros cúbicos por segundo, lo que genera menos afectación por inundación en Tabasco”, expuso. En Chiapas, se toman previsiones para que las presas no sobrepasen el máximo nivel de embalse, se desfoga en temporada de seca, se controlan los niveles de generación de energía eléctrica y el desfogue de agua.
Sin embargo, son las temporadas de huracanes cuando existe riesgo, del llenado de las presas, situación que ocurrió en el año 2020 por las lluvias y se llegó a desfogar 2 mil 240 metros cúbicos de Peñitas, incluso intervino en este tema el presidente de la República. Para este 2023, habrá temporada de sequía, pero no afectará la producción de energía eléctrica, y tampoco en los sistemas de riesgo. Los 4 sistemas de riego son suministrados por las presas Juan Sabines con embalse del 99 por ciento y la Rosendo Salazar que está en un 96 por ciento, agua que se acumula para afrontar la temporada de sequía y los cultivos de maíz principalmente no se vean afectados. Por último, dijo que, Chiapas ha tenido la capacidad de brindar apoyo en el suministro de energía a estados del Norte del país, cuando estos padecen de intensas sequías. A pesar de que la entidad se localiza, en la Frontera Sur del país cuenta con la capacidad de suministrar energía a su población, a otros estados y países cuando es necesario.