Por @FelipeEladioMx
Tabasco pareciera estar condenado al saqueo permanente, al nulo avance, sin desarrollo social y económico, que es lo que más debería preocuparnos a todos; todos, absolutamente todos sus gobernantes han priorizado su mejora económica, las de sus familias y cómplices; las arcas han sido la caja chica o grande para satisfacción de las necesidades personales y privadas, pero no las de la sociedad en su conjunto. La única diferencia, sin duda alguna, es que unos han sido más cínicos que otros. Vayamos…
ENTREMOS AL LABERINTO
Para nadie es un secreto que el 99.9 por ciento de nuestros gobernantes llegan a robar; esa es la creencia que tiene el pueblo de ellos; de ahí la frase popular y lapidaria: “Robó pero hizo algo”, y la otra, “este diablo solo se dedicó a robar”.
No quiero perderme, y menos perderles, con historias de muchos años atrás, por ello vayamos a las administraciones más recientes; Andrés Granier, Arturo Núñez y Adán Augusto López Hernández; hay que decirlo, y de manera enfática, Manuel Andrade Díaz fue el último gobernador que hizo Obra Pública importante para Tabasco, en diversos rubros; no meto las manos al fuego ni por él ni por nadie, pero eso sí hay que reconocerle, aquí si me forzan, lo voy a ubicar en el casillero de “robó pero hizo algo”; después de él, vino Andrés Granier y Arturo Núñez, par de sinvergüenzas que robaron a manos llenas, patrocinaron campañas políticas y mataron a cientos de tabasqueños al dejar de sin dinero al Sector Salud, ambos sátrapas son juzgados ya por la historia.
OSCURO PASADIZO
Adán Augusto López Hernández, al igual que Arturo Núñez, llegó por obra y gracia de Andrés Manuel López Obrador, lo que sin duda no le resta méritos, de alguna manera hay que llegar a un lugar como estos; lo que sí se le debe cuestionar es su forma de gobernar, ya ahí no necesariamente tiene que ver el
que los allá puesto en la silla; para nadie es un secreto en Tabasco, que los casi tres años de administración de López Hernández dejaron mucho que desear; dejó a un lado al político conciliador, negociador y bonachón que conocimos por años en el PRI, en un pasado bastante reciente; basta recordar que apenas en el 2000 fue coordinador de la malograda campaña de Manuel Andrade por la gubernatura, bajo las siglas del llamado “tricolor”. Pocas obras, actitudes soberbias y de abusos a la sociedad en su conjunto, leyes de represión social, de las cuales hubo de intervenir la Suprema Corte de Justicia de la Nación para frenar tanto abuso; solo por citar unas: “Ley Garrote y Ley Compadre”, una para reprimir manifestaciones sociales de inconformidad, y otra para favorecer a los cuates, pagar cuotas y enriquecerse, con las Obras de Gobierno, vía las adjudicaciones directas.
EL ATAJO
Pero, por desgracia, todavía le faltaba a los tabasqueños vivir lo peor, por parte de Adán Augusto; “se fue sin irse”, sostienen algunos; dejó un literal
encargado del despacho, que hoy si lo ve bien el propio López Hernández, le está haciendo daño también a él y sus pretensiones; si Adán se hubiera quedado a gobernar, no tenemos la menor duda, hubiera salido aborrecido, por su soberbia, su mal trato y la corrupción imperante en su gobierno. Es necesario puntualizar que, en lo personal, el ahora Secretario de Gobernación siempre ha sido de buen trato y respeto hacia mi persona y mi oficio; pero bueno, esto no se trata de mi opinión en lo personal, sino sobre el análisis de su paso por la función pública y que tiene que ver con todos. Hay una opinión generalizada en Tabasco de que López Hernández se equivocó al dejar como gobernador interino a su amigo, hermano de una ex novia de juventud.
Horas son estas de la reflexión y no la conveniencia, pero sí la subsistencia.
LA SALIDA
Que tenga el mejor de los jueves; recuerde que este es “El último Laberinto” de la semana… en letras del gran Borges.