Desde administraciones anteriores ha sufrido recortes equivalentes a la mitad de su presupuesto, lo cual no le permite cumplir con eficiencia su labor de defensa a las libertades, manifestó la aspirante a la presidencia de esta organización
Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum
TGZ
A lo largo de los años la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en Chiapas ha tenido un recorte presupuestal “dramático” que no le permite cumplir al cien por ciento la obligación de promover, proteger, respetar y garantizar las libertades del ser humano, porque este factor “impacta tremendamente en la calidad de la atención”. De acuerdo a una revisión realizada, la contracción económica a esta organización es equivalente a la mitad del presupuesto, “y no solo es eso, es que no hay adecuados vehículos, no hay suficientes viáticos, los insumos para el trabajo no son suficientes, de tal manera que es importante generar otras fuentes de financiamiento”, afirmó Laura León Carballo, candidata a la presidencia de la CEDH, entrevistada por Alejandro Moguel y Javier Guízar en los estudios del diario Ultimátum.
Consideró que el estado está en el ojo del mundo por muchas razones, entre ellas la pobreza, sus tradiciones, su cultura, sus bellezas naturales, el turismo, y existen organismos de otros países que pueden financiar proyectos vinculados con la atención de personas indígenas, o el desarrollo de una cultura de paz, (en referencia al conflicto armado que se tuvo en enero de 1994), así como lo que está pasando en Tapachula con la situación de los migrantes. Destacó, asimismo, que el problema de los órganos constitucionales autónomos es que no tienen definido un porcentaje de participación en el presupuesto gubernamental “y es una realidad que la forma de presionar es a través de la reducción del mismo”.
Dijo que la CEDH tiene muchas limitaciones en vehículos y viáticos para que los visitadores puedan realizar su trabajo, “y me parece que quienes más sufren son las visitadurías regionales porque en el centro de Tuxtla Gutiérrez existe una dirección encargada de recibir las quejas, hay dos visitadores generales especializados y se tienen a los visitadores adjuntos, pero en las delegaciones es muy poco el personal y todas estas funciones se tienen que hacer entre todos”. Allí, explicó, todos reciben una queja y atienden al mismo tiempo a otra persona, identifican si las pueden asesorar jurídicamente, aunque no sea de su competencia, y los acompañan a que hagan el trámite, establezcan una denuncia y eso implica desplazarse, lo que significa que si llega otra víctima no la puedan atender. Consideró, en ese sentido, que se debe hacer una reestructuración, realizar una evaluación del funcionamiento y, obviamente, buscar otras fuentes de financiamiento para el desarrollo del programa. “No necesariamente el único universo tiene que ser los recursos que determine el Congreso del Estado”.
NI PARIDAD NI ALTERNACIA
Recalcó que en 30 años que lleva el organismo de derechos humanos en la entidad solamente una mujer ha ocupado la titularidad.
“No ha habido paridad ni alternancia y no olvidemos que está la reforma del 2019 de paridad de género que señala también que los órganos constitucionales autónomos deben llevar la alternancia”. Cuestionó, como dato importante, “¿cuántos órganos autónomos en este momento están encabezados por una mujer?, no hay. Afortunadamente en el INE o en el ámbito electoral, parece que fue el primer escenario donde permeó el tema de la paridad, justamente con la reforma de 2014, en el registro de candidaturas. La trascendencia de la reforma del 2019 es que esta paridad se tiene que respetar también en otras áreas de la administración y en otros órganos y de ahí se tiene que señalar la progresividad a garantizar esta alternancia hombre-mujer”.
MALA IMAGEN
En cuanto a la mala imagen que se ha generado por el deficiente desempeño de los órganos defensores de los derechos humanos, León Carballo consideró que, si una persona no tiene vocación de servicio, sensibilidad y respeto por la dignidad del ser humano, no tendría por qué encabezar una institución de este nivel. Recalcó que en una CEDH se debe tener respeto hacia las personas, aun cuando quien la representa esté fuera del espacio de trabajo o en la convivencia familiar. Esto debe ser una obligación asentada en mayores bases morales. Dijo también que estos organismos tienen autonomía para establecer su propia normatividad, y es muy importante que dentro de ellos se instale un Consejo Ciudadano.
PRIVILEGIAR SOLUCIÓN DE LA CONTROVERSIA
Precisó que si logra la presidencia de la CEDH trabajará con el enfoque de atención, en el que se pueda privilegiar la solución de la controversia, justamente para evitar que se sigan violando los derechos humanos. Mencionó, en ese sentido, que en el sistema interamericano hay una figura que se llama soluciones amistosas, que significa que cuando hay una controversia se señala la responsabilidad, se realiza un acuerdo, y, si este se cumple, hay una verificación y tiene efecto de cosa juzgada, cesa la violación de los derechos humanos, hay una reparación de daños en los términos correspondiente y ya no se emite ninguna recomendación.
“Si de la revisión del cumplimiento de este acuerdo conciliatorio se advierte que no está dando cumplimiento la autoridad, se reactiva la queja y puede derivar en una recomendación, y esto se puede trasladar también a la Comisión (Estatal de Derechos Humanos) como una vía rápida de solución”, añadió. Para hacer esto, manifestó que se necesitaría capacitar al personal, ya que dentro de la ley está la obligatoriedad de establecer el Servicio Profesional de Carrera y la CEDH hasta ahora no lo tiene, “no hay mecanismos claros de ingresos, no hay capacitación, no hay actualización y, en ese sentido, si no hay personal calificado difícilmente puedes dar el mejor servicio, aunque tengas la mejor atención”.
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