René Alberto López
El diputado federal por Tabasco, Oscar Cantón Zetina, la gobernadora de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum y el presidente de Morena, Mario Delgado, son ejemplos claros de los políticos que han degradado el ejercicio político en México.
Son todo los contrario de lo que deben ser los entes públicos, representantes del pueblo, pero este tipo de políticos que, deberían ser modelos de ciudadanos en el poder para ejemplo de las nuevas generaciones, optan por comportarse como hordas arcaicas.
Esa acción de exhibir en carteles a los diputados que piensan diferentes a ellos y decidieron votar en contra de la reforma eléctrica es una postura mezquina que únicamente los exhibe como lo que son: personajes intolerantes y autoritarios.
En las votaciones democráticas se gana o se pierde pero es el caso que este tipo de políticos de Morena, no saben perder y recurren a lo más bajuno del ejercicio público, bien dice una frase que “el miedo hace escarbar la basura”.
El caso de Cantón Zetina es el más patético, pues se le recuerda celebrando en San Lázaro el aumento al Impuesto al Valor Agregado (IVA), cuando fue diputado federal del PRI, conocido ese hecho como la “Roque señal”.
Cómo hablar hoy de traiciones cuando precisamente Oscar Cantón traicionó al PRI, al PRD, al PVEM, y, cuando participó como precandidato a la gubernatura de Tabasco, fue denunciado por Jesús Alí de la Torre por falsificar firmas del padrón electoral. Por esa turbia maniobra fue inhabilitado por la autoridad electoral para tomar parte en los comicios de 2018 como candidato independiente.
Desafortunadamente en la vida pública de nuestro país siguen pululando políticos de la talla de Mario Delgado y Óscar Cantón, desacreditados ante la sociedad, pero arropados por Morena, un partido que se llevó a sus filas a lo peor del PRI del pasado.
Caso contrario en esa organización es el senador Ricardo Monreal, un político que ha mostrado oficio político y diálogo civilizado ante sus adversarios políticos.
Y es que a estas alturas del nuevo régimen los mexicanos ya no quieren una nación polarizada por la conducta de gobernantes y diputados de Morena que todos los día se levantan para ver con quién pelean. Urge un cambio que le dé paz y tranquilidad a México.
Pero no todo está podrido en Morena, por ejemplo, sin importarle lo que pueda pensar el que mueve los hilos en esa organización, el senador Ricardo Monreal está haciendo política de la buena en los hechos, no politiquería, al rechazar la campaña de odio e insultos de sus compañeros de partido contra diputados de oposición que rechazaron la reforma eléctrica.
El senador de Morena manifestó que insultar a la oposición deja poco margen para el diálogo, y agregó que no conviene profundizar el odio y el encono. Ojalá y los escuchen en Palacio Nacional, santuario de la degradación de la política en México.
La botica
2.- Los taxistas de Villahermosa desobedecen el exhorto de la Secretaría de Movilidad y continúan negándose a prestar el servicio sin el aire acondicionado a pesar de los altos calores de temporada. Alguien que le avisé al titular de la dependencia, Narciso Oropeza Andrade.