La muerte de la joven Debanhi vino a prender nuevamente los focos rojos sobre el feminicidio en México y los altos niveles de inseguridad a los que están expuestas las mujeres en este país.
Si bien la violencia no respeta géneros, en el tema que nos ocupa, en el 2021 se disparó hasta en mil 015 el números de féminas asesinadas lo que representó un 137% más comparado con el año anterior.
Hay estados de la república donde incluso en los últimos cinco años han superado hasta en un 2 mil por ciento el número de casos.
Eso y con todo que hay 25 declaratorias por violencia de género en 22 entidades que obligan a las autoridades a tomar acciones para hacer frente al feminicidio.
En Nuevo León donde fue hallada sin vida Debanhi Escobar, de apenas 18 años de edad, después de 13 días de permanecer desaparecida, los asesinatos de mujeres se han disparado un 2 mil 100% de 2016 al 2021.
Con ella, desde enero de este año han desaparecido 52 mujeres en aquel estado según cifras recientes de la Comisión Nacional de Búsqueda de la Secretaría de Gobernación (Segob).
La muerte de Debanhi Escobar causó conmoción no sólo nacional sino también internacional pues existe la sospecha que antes de ser ultimada y arrojada a una cisterna sufrió abuso sexual.
De hecho el caso ya fue atraído por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH).
De acuerdo con el Comité de América y el Caribe para la Defensa de los Derechos Humanos de las Mujeres (Cladem), el monto asignado por el gobierno federal a cuatro programas para combatir la violencia contra la mujer apenas representa el 0.016% del presupuesto para el 2022.
Esto habla del desinterés de las autoridades por atender la problemática en un país donde la violencia contra las féminas ha ganando terreno.
Como ha ocurrido en Tabasco, tierra de López Obrador, donde a pesar del asesinato de mujeres el gobierno no ha querido activar la alerta de género.
Si las autoridades se han visto rebasadas en materia de seguridad pública y no hay el interés por darle una solución, ¿qué tienen que hacer los ciudadanos para cuidar de los suyos?
Porque pareciera que ni las marchas, protestas y plantones de grupos feministas frente a Palacio Nacional y las fiscalías en los estados han obligado a las autoridades a tomar cartas en el asunto.
¿Hasta cuándo? es lo que todo mundo de pregunta.