René Alberto López
Además de la corrupción otro de los grandes problemas de México es la mentira institucional, tan dañina y corrosiva como la violencia en las calles de este país, la inmoralidad y el cinismo.
Los mexicanos no fanáticos que tuvieron la fortuna de mantener la ecuanimidad, reservados ante el arribo del nuevo régimen, sobrios de pensamiento, ese conglomerado observa entre atentos y preocupados, porque sigue intacto el vicio de mentirle al pueblo de México.
A esta nación la han gobernado partidos de centro, derecha y hoy está en la cúspide una administración de la supuesta izquierda. Tal vez cambió aquel mensaje simulador por el de hoy, un discurso curtido de bravuconería, arrogancia, con su aderezo provocativo. Pero las formas y los vicios persisten.
La mentira institucional es un cáncer que corroe todas las entrañas del sistema mexicano desde tiempos idos, y, hoy, con el avance de la tecnología, ese mal contagia a sus ardientes partidarios, quienes logran que la peste avance como un alacrán venenoso en las redes sociales.
El régimen tal vez lo ignore o quizá es complaciente del odio entre mexicanos que crece día a día por las diatribas y descalificaciones que salen a diario, principalmente de Palacio Nacional, y, esta práctica se multiplica y se ha puesto de moda entre funcionarios de todos los niveles.
Aunque hay dos que se salvan en el gobierno federal: Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, y Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración. Se comportan y se expresan como lo que representan, funcionarios al servicio de todos los mexicanos, no de un partido político ni de ningún grupo o secta.
El caso del subsecretario López Gatell, es de los más aberrantes, quien a los ojos de todo México siempre mintió y, en la conducción de la emergencia sanitaria jugó un papel desastroso . La realidad habla por sí sola.
Sin embargo, como cuenta con el apoyo del Presidente, don Hugo López sigue mintiéndole a placer a los mexicanos, ahora salió a decir que la pandemia ya se terminó en México, incluso arremetió contra el uso del cubrebocas, prácticamente dijo que no sirve ni sirvió para nada, contraviniendo los protocolos de la Organización Mundial de la Salud,.
Y así, a los mexicanos les han mentido los gobiernos del PRI, para no irnos más atrás, desde Díaz Ordaz hasta Peña Nieto, pasando por Carlos Salinas. Desde Vicente Fox hasta Felipe Calderón, todos se dedicaron a echarle loas a sus gestiones en los informes de gobierno, pero ante la realidad los supuestos logros se desgranan como la tierra suelta de los cerros.
Los mexicanos están hartos de la corrupción de los políticos, es cierto, pero también de que se le siga mintiendo con toda desfachatez a la población.
Ahí se la dejo.