Juan Manuel Blanco/Ultimátum
TAPACHULA
Mireya Midas, es una mujer ecuatoriana con unos 30 años, quien salió de su país, huyendo de la represión política, falta de trabajo, de la inseguridad, la raquítica economía, el alza de alimentos y la delincuencia, los obligo a salir de su país para buscar el sueño americano.
“Nosotros estamos pidiendo que nos ayuden avanzar, no necesitamos caridad, como quien dice estamos en la trampa que es Tapachula, donde se tiene que pagar todo y los recursos que se tienen no permiten permanecer en la zona”.
Esta mujer, narró que sus niños han empezado a enfermar y tienen que acudir a los ríos, porque no cuentan con servicios en la ciudad.
Marcos Vinicio, es otro de los migrantes de Ecuador, quien apenas termino el bachillerato y su principal actividad en su país, era ser campesino que tenía la ilusión de poder transitar de Tapachula a los Estados Unidos, pero se ha quedado varado en la frontera sur, debido al estancamiento de documentos
“Deje mi familia en Ecuador, ahora estoy sin saber que hacer, lo que pedimos es que nos dejen salir de Tapachula, la idea es poder llegar a una entidad donde podamos trabajar y si no podemos cruzar a Estados Unidos por el endurecimiento de las políticas veremos que hacer”.
“México, debe regularizar a las personas, porque da lástima ver a las personas que duermen en las calles y el país no tiene la capacidad para recibir a tantos miles de personas extranjeras, ya que no se cuenta con la infraestructura para darle alojo a las personas”.
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