No rinde cuentas de los casi 20 millones de pesos que recibe en prerrogativas, ha metido el desorden en ese partido, se conduce con una “prepotencia brutal” y ha excluido a la estructura de ex alcaldes y alcaldesas que garantizan 500 mil votos para el 2024
Eugenio Hernández Sasso/Ultimátum
TGZ
Si el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) quiere ser de nuevo la primera fuerza política en Chiapas, tiene que sacar a Valeria Santiago Barrientos de la dirigencia estatal y decirle adiós a Roberto Rubio de la delegación del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) para que designen a gente nueva, de lo contrario, ese instituto político está condenado al fracaso, porque la gente le va a aplicar nuevamente el voto de castigo. Jorge Martínez Salazar, dirigente municipal del PVEM en Tuxtla Gutiérrez, aseguró además que ha pedido transparencia en el uso de los recursos, pues el Comité Directivo Estatal (CDE) que encabeza Valeria Santiago está obligado a informar a la militancia en qué se gastan los casi 20 millones de pesos que percibe de prerrogativas anuales. Entrevistado por Pepe Gallegos, subdirector del diario Ultimátum, Martínez Salazar consideró que la líder estatal “no conoce la palabra transparencia, porque no ha hecho nada en cuanto a la petición, y está haciendo probablemente mal uso de ese dinero”.
Recalcó que los militantes y dirigentes municipales desconocen en qué se invierte o a dónde se va el capital, independientemente de que no da la cara ni entrevistas, y nadie sabe dónde anda ni por qué no atiende los temas importantes que se requieren. Informó, asimismo, que cambiaron la sede del Partido Verde “de un lugar muy bien a uno que da hasta pena, y han bajado el sueldo a los funcionarios y el aguinaldo en el mes de diciembre del año pasado lo pagaron a fuerzas”.
Tristemente, añadió, la dirigencia nacional que encabeza Karen Castrejón no está enterada de todas esas irregularidades, pues Valeria Santiago ni siquiera le toma las llamadas. “Es un gran desorden, una prepotencia brutal y me da mucha tristeza porque yo no quiero ver que el PVEM desaparezca, pero con esta dirigente y con este diputado federal ‘indígena’ estamos destinados al fracaso si continúan dirigiendo los destinos del Partido Verde de esta forma”, consideró. Afirmó que ese instituto político no tiene futuro en manos de esos dirigentes en la entidad, “por tezonudos, por ignorante una y por necio el otro, pueden llevar a nuestro partido a una catástrofe”.
Aclaró, sin embargo, que su insistencia en denunciar las malas actuaciones de estos personajes no tiene ningún interés oculto, más que el de conservar bien a esa organización “que tanto quiero, y que he acompañado por tantos años. De no cambiarse la dirigencia le espera un fracaso al PVEM en 2024”. Comentó también que se ha reunido con ex alcaldes y alcaldesas de su partido, quienes han manifestado su inconformidad por la opacidad con la que se manejan los recursos financieros de ese instituto político, así como por el olvido en el que los tienen.
Tristemente, aseguró Martínez Salazar, estas acciones pueden generar una gran desbandada de militantes en 2024, pero “claro que eso no lo puede saber Valeria, porque no tiene el contacto con la militancia de nuestro partido ni con los ex alcaldes, que, insisto mucho, cualquier ser humano con una pizca de inteligencia sabe que esas personas fueron la plataforma electoral más importante que ha tenido el PVEM y no estoy demeritando a los actuales, estoy hablando de que con esa llevamos al triunfo a nuestro primer gobernador del estado”.
Precisó que, si en este momento, se suma el trabajo de toda esa importante estructura, podrían aportar aproximadamente 500 mil votos para el 2024, “que es lo que tenemos consensado en mis reuniones con las y los ex alcaldes de Chiapas. Te hablo de conformar una gran corriente auténtica verde de más de 100 alcaldes. Sin embargo, eso es lo que puede perder el Verde Ecologista de seguir sosteniendo la dirigencia nacional a Valeria Santiago y a Roberto Rubio en Chiapas”. Manifestó que no puede ser posible que la actual dirigente estatal intente imponer a Carlos Molano como presidente del Comité Municipal en la capital del estado, cuando todos saben que no solamente tiene pendiente una cuenta pública del periodo en el que fungió como alcalde interino, sino que además participó en las elecciones pasadas como candidato a diputado federal, aliado con el PRI, PAN y PRD, partidos que representan el conservadurismo en México.
Dijo que hay excelentes personas que pueden relevarlo en el cargo, pero la dirigencia estatal prefiere a personajes a modo que pueda manejar y manipular, “aparte de mandar un mal mensaje a la militancia que de por sí ya está siendo agraviada con Valeria Santiago Barrientos y Roberto Rubio, diputado indígena que no tiene nada de indígena”.
La exclusión de verdaderos militantes dijo que se da porque “Valeria y otros más apenas acaban de llegar al PVEM y quieren tomar el mando del partido y lo están llevando a un gran barranco electoral que, de seguir así, difícilmente vamos a conseguir los números que se requieren para sobrevivir con nuestro registro nacional. Afirmó que un grupito de siete u ocho personas son los que se alaban entre sí, se toman la foto y se sumergen en la zalamería en la dirigencia estatal, por ello desechan la plataforma más importante que ha tenido el PVEM como son los ex alcaldes del año 2012- 2015 que llevaron a Manuel Velasco Coello a la gubernatura con más de un millón 200 mil votos, “y hoy están siendo abandonados por Roberto y Valeria que no los toman en cuenta”. Pidió a la líder nacional Karen Castrejón que voltee a ver a Chiapas y le diga a Valeria Santiago que su tiempo se acabó y a Roberto Rubio que se regrese a donde estaba antes, “porque me daría mucha pena que en el 2024 el PVEM perdiera el registro por dos personas que meten desorden ahora”, en el bastión de ese instituto político.