El recién nombrado presidente del comité huyó de los medios de comunicación que le cuestionaron sobre su paso por la alcaldía de TGZ donde dejó muchos pendientes
Damián Montes/Ultimátum
TGZ
Este fin de semana, se llevó a cabo la toma de protesta del Comité Ejecutivo Municipal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), un evento desangelado, al igual que el recién nombrado dirigente Carlos Molano Robles. En el centro de convenciones se cita “líderes” de diferentes colonias de Tuxtla Gutiérrez y municipios del estado. Dos horas después de la hora pactada para el inicio, llegaron al recinto, Roberto Rubio Montejo, Valeria Santiago Barrientos, actuales diputados federales, más conocidos por no proponer nada y mantenerse en total opacidad en temas relevantes como inseguridad, economía y conflictos sociales, que por sus propuestas en beneficio del estado.
En una presentación, donde los elogios mutuos no se hicieron esperar, en donde los diputados federales y dirigentes estatales, destacaron su “honestidad, ardua labor y trabajo incansable en favor del pueblo chiapaneco”. En su intervención el diputado federal, Rubio Montejo, dijo que, es necesario dar continuidad con el trabajo y consolidación de un gobierno honesto, en beneficio de los chiapanecos.
Sin embargo, ha sido cuestionado en el desempeño de los cargos políticos que ha desempeñado desde el año 2002, a la fecha. Santiago Barrientos, quien además de ser una diputada es secretaria ejecutiva del PVEM, felicitó a todos los presentes y reconoció una trayectoria “ficticia” de los presentes.
Entre los personajes, destacó Roberto Pinto Kanter, de cuestionable reputación y cabeza de un cacicazgo político en la zona de Altamirano, donde ha encabezado diferentes conflictos sociales. En este contexto se tomó protesta a Carlos Molano Robles, como dirigente municipal del PVEM, quien jactándose de una moral intachable dijo tener la encomienda de trabajar por el bien de los capitalinos.
Cabe recordar que, cuando fue alcalde no tuvo un desempeño destacable y fue más que, evidente su complicidad en las irregularidades de la cuenta pública en su mandato y la de Fernando Castellanos. Al ser cuestionado por este medio de comunicación sobre estos temas, y sus negocios con la secretaria de turismo Katina de la Vega, únicamente se limitó a decir “todo está bien, si no no estuviera acá” y se marchó. Es por ello que, la capital chiapaneca debe toma en cuenta aspectos del desempeño de este político que está en la búsqueda de la alcaldía o una diputación para su propio beneficio.