Siguen las manifestaciones violentas de normalistas
Ricardo del Muro/Ultimátum
La madrugada del miércoles primero de marzo, normalistas de la Mactumactzá vandalizaron las instalaciones de la Secretaría de Educación del Estado de Chiapas, ubicadas en la colonia 24 de junio de Tuxtla Gutiérrez. Esta no es la primera manifestación de los normalistas de este plantel en el año, ya que al inicio del mes de febrero, cientos de alumnos realizaron un bloqueo en la plaza central de Tuxtla y retuvieron al personal que labora en las instalaciones de la Subsecretaría de Educación Federalizada.
Al parecer los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Mactumactzá demandan la contratación de 66 trabajadores entre docentes y administrativos, que previamente ellos habían expulsado, además de nuevas plazas magisteriales. Lo cierto es que las auténticas demandas de los normalistas se ha perdido ante la estrategia de manifestaciones violentas que han mantenido, lo que genera que la información se concentre en los desmanes. A principios de febrero, por ejemplo, un grupo de presuntos estudiantes de la Escuela Normal Superior de Chiapas (ENSCH) secuestró al menos dos camiones de carga, uno con refrescos y otro con galletas, para después introducirlos a las instalaciones de la escuela ubicada en la colonia Albania Alta. Más que una protesta, esto fue un vulgar robo.
A pesar de que los líderes de los jóvenes normalistas han copiado los métodos violentos de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y no obstante que presumen tener una educación marxista, lo evidente es que estos grupos no plantean ninguna reivindicación social y en sus manifestaciones simplemente piden más dinero y más canonjías. Las víctimas de los liderazgos magisteriales es la población, los alumnos de las escuelas primarias y secundarias al igual que los jóvenes normalistas que aspiran a tener una plaza. Es muy curioso que los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, donde tiene mayor presencia la CNTE y donde son más “aguerridos” los normalistas, son las entidades que registran los mayores porcentajes de población analfabeta, con valores superiores al nivel nacional (13.7%,12.5% y 11.8%, respectivamente), según reveló recientemente el Informe sobre el Contexto Económico y Social de México de 2018 a 2022 del Coneval, donde también se identificó una continuidad en la incidencia del rezago educativo en todas las entidades, pero principalmente en Chiapas (31.2% en 2018 y 32.5% en 2020), Oaxaca (29.6% en los dos años) y Michoacán (27% en 2018 y 29.4% en 2020). Evidentemente, los líderes normalistas están muy lejos de aquellos maestros rurales revolucionarios que lucharon para que el derecho a la educación beneficiara a la mayoría de los mexicanos, principalmente a los indígenas y a los campesinos.
Ahora, los líderes del CNTE y normalistas obligan a muchos de sus compañeros a participar, aún contra su voluntad, en manifestaciones violentas, bloqueos de carreteras y otras acciones vandálicas, como la quema de edificios públicos, ya que es la única forma en que pueden tener apoyo para alcanzar una plaza o lograr un incremento salarial. Porque al magisterio le sucede lo mismo que a otros centros de educación superior, donde la enseñanza se ha masificado y ha perdido su calidad académica, pero cada año egresan miles de muchachos, mal preparados, que necesitan una plaza laboral.
Al menos 15 mil egresados de las escuelas normales públicas y privadas de Chiapas aspiran a obtener una de las 567 plazas docentes que se ofertan para el proceso de admisión en educación básica del ciclo escolar 2023 – 2024. La Secretaría de Educación del Estado (SE) a través de la Coordinación del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros en Chiapas (Cosicammch), dio a conocer que del 20 de febrero al 22 de marzo se ha estado realizando la etapa de registro y verificación documental correspondiente al proceso de admisión para el ciclo escolar 2023 – 2024. Además la evidente desproporción entre la oferta y la demanda de plazas, sucede que muchos jóvenes aspirantes reprueban y tienen bajas calificaciones, lo que los convierte en candidatos para integrar los grupos que manejan los líderes normalistas y magisteriales. ricardodelmuros@hotmail.com
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